El futuro de Añana

A falta de un año para que la Unesco declare a Salinas de Añana como Patrimonio Mundial, la comarca alavesa se agita, se mueve, consciente de la necesidad de acometer en tan poco espacio de tiempo una labor extraordinaria en materia de infraestructuras y servicios.

Porque a día de hoy, los 45.000 visitantes (podría ser el doble en caso de conseguir el reconocimiento internacional) que cada año acuden al Valle no encuentran siquiera un bar donde poder tomar un café o una tienda donde adquirir un recuerdo.

Dos emprendedores Made in Alava están dispuestos a cambiar la fotografía. Jorge Ortiz de Urtaran ha sido el primero. Acaba de inagurar el primer restaurante-bar de la zona (Palacio Añana), y Zuriñe Sánchez Rodríguez hará lo propio dentro de unos meses con una Casa Rural.

Junto con Roberto López de Eguílaz, director gerente de la Fundación Valle Salado, y Julián López, de ADR (Agencia de Desarrollo Rural), nos han contado el estado actual del proyecto salinero y su potencial económico para empresas y emprendedores.