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ELECCIONES ECUADOR
Las elecciones en Ecuador han transcurrido "con normalidad", entre fuertes medidas de seguridad
13,4 millones de ecuatorianos estaban llamados a votar para elegir a su nuevo presidente. En Euskadi había 8873 personas de nacionalidad ecuatoriana empadronadas en 2020.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: "Normaltasuna" izan da nagusi segurtasun neurri gogorrekin egin diren Ekuadorko hauteskundeetan
La participación en las elecciones de Ecuador ha alcanzado el 60,7 por ciento a las 15:00, hora local (las 22:00 en Euskal Herria) según los datos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país.
Según las autoridades, los comicios han sido tranquilos, aunque afectados por denuncias en el extranjero por la dificultad de depositar la papeleta.
El CNE no obstante ha rechazado varias denuncias aparecidas en las últimas horas, en particular la presentada por una de las grandes favoritas a la victoria, Luisa González, sobre problemas en la votación en el extranjero a los comicios presidenciales de este domingo.
Minutos antes, el partido Revolución Ciudadana que abandera González había asegurado que el sistema implementado por el CNE para el voto telemático de los ecuatorianos residentes en el exterior presentaba "graves deficiencias".
"Deben garantizar la voluntad de los ecuatorianos expresada en las urnas. Exigimos soluciones inmediatas", ha hecho saber la candidata desde la red X, antes Twitter.
Por contra, y también en las redes sociales, el CNE ha indicado que la votación telemática en el extranjero "se realiza con normalidad" y ha recordado a los votantes en el exterior el procedimiento de registro digital que deben cumplimentar antes de depositar su voto.
"Debido a la alta demanda de sufragantes, exhortamos a los compatriotas a ser pacientes mientras se procesa la información", ha hecho saber el Consejo en su cuenta de X.
Fuertes medidas de seguridad
Ciudadanos obligados a abrir sus carteras o mochilas al ingresar a los recintos de votación, candidatos que votan ataviados con chaleco antibalas y casco, y un amplio despliegue militar y policial, son algunas de las imágenes que ha dejado la jornada de las elecciones extraordinarias de Ecuador, que vive momentos críticos de inseguridad.
Sin embargo, a pesar de todas esas medidas de seguridad, o quizás, gracias a ellas, la jornada electoral ha transcurrido en Ecuador con "absoluta normalidad, sin incidencia de violencia" según ha indicado durante el transcurso de la jornada la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamain.
La votación se ha desarrollado bajo un estado de excepción decretado por el Gobierno tras el asesinato el 9 de agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado a tiros a la salida de un mitin electoral en Quito, por lo que las Fuerzas Armadas se encuentran desplegadas en todo el país para reforzar la seguridad de los locales de sufragio.
Bajo una creciente ola de violencia que las autoridades atribuyen al crimen organizado, dedicado principalmente al narcotráfico, la sociedad ecuatoriana ha votado este domingo para elegir un nuevo presidente o presidenta y a los 137 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento).
La ciudadanía ha decidido así el rumbo político del país durante los próximos años, aunque en esta ocasión lo harán de forma anticipada por la caída prematura del Gobierno de Guillermo Lasso y tras una campaña que ha estado marcada por la inseguridad, ejemplificada en el asesinato de Villavicencio cuando apenas quedaba semana y media para la cita con las urnas.
Lasso tomó posesión en mayo de 2021, bajo la premisa de ampliar los horizontes en distintos ámbitos de un Ecuador que, en los dos años posteriores, ha terminado viviendo en una crisis política y social prácticamente constante. La mejora de las estadísticas macroeconómicas no ha logrado contener los niveles de desigualdad y pobreza, uno de los grandes objetivos marcados por el exbanquero.
La gota que colmó el vaso de la frágil estabilidad del país sudamericano llegó en mayo de este año, con el inicio de un juicio político contra el mandatario por supuesta corrupción. Lasso defendió su inocencia y acusó a la Asamblea Nacional -dominada por la oposición y con la que ya había vivido todo tipo de pulsos- de sumir al país en una "grave crisis".
Con este argumento, invocó la conocida como 'muerte cruzada', una prerrogativa constitucional que implicaba la disolución del Parlamento a costa de la convocatoria también de elecciones presidenciales.
Podría haber una segunda vuelta el 15 de octubre
La rival a batir en estas elecciones es la representante de Revolución Ciudadana, Luisa González, heredera política del expresidente Rafael Correa y que venía encabezando en los últimos meses todos los sondeos, con una intención de voto que en algunos casos ronda el 30 %.
Si se cumplen los pronósticos y no logra la mayoría absoluta, habrá segunda vuelta, que podía ser el 15 de octubre, aunque nadie se atreve a dar nada por sentado teniendo en cuenta que el Código de la Democracia impide la difusión de encuestas diez días antes de las elecciones. Los últimos sondeos vieron la luz el 10 de agosto, al día siguiente del asesinato de Villavicencio, líder del Movimiento Construye.
El aspirante del Movimiento Construye figuraba entre los aspirantes con menos opciones, pero el partido no ha tirado la toalla presentado 'in extremis' al periodista Christian Zurita, cuya candidatura no fue autorizada por el CNE hasta el miércoles de esta semana, un día antes del cierre formal de campaña. Su nivel de apoyo es una de las grandes incógnitas del actual escenario.
Tras la candidata 'correísta', y siempre teniendo en cuenta los sondeos oficiales, se abre una horquilla de candidatos entre los que destaca Yaku Pérez, al frente de Claro que se Puede. El líder indígena, que ya intentó en el pasado alcanzar la Presidencia de Ecuador, aglutina a varios partidos de izquierda y como Gónzalez, ha denunciado que Ecuador es a día de hoy un "Estado fallido".
En niveles similares a los de Pérez se situaría Otto Sonnenholzner, exvicepresidente del Gobierno de Lenín Moreno, mientras que aspira a dar la sorpresa el empresario Jan Topic, seguidor confeso de las políticas de mano dura del mandatario salvadoreño, Nayib Bukele.