Rajoy apuesta por la gran coalición pero el PSOE descarta apoyarle

Los resultados del 26J han inclinado la gobernabilidad española del lado de las fuerzas conservadoras, PP y Ciudadanos, frente a la pérdida de escaños del eje progresista PSOE-Unidos Podemos, si bien las posiciones políticas de cada partido siguen enrocadas y poco han cambiado respecto a lo visto tras el 20D.

En este contexto, el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, ha apostado por encabezar un gobierno apoyado por una gran coalición, con el PP, el PSOE y Ciudadanos, con un programa de gobierno pactado para los próximos cuatro años, pero no se ha cerrado a encabezar otra fórmula porque "urge formar gobierno".

De hecho, no descarta intentar buscar acuerdos con el PNV o Coalición Canaria, si bien ha precisado que ahora lo primero que hará será hablar con "todos" para ver su "disponibilidad" a "construir", empezando por los socialistas.

"No vamos a abdicar de nuestra responsabilidad de gobernar. Me gustaría gobernar con apoyo suficiente y si no es posible, gobernaremos con los apoyos que nos han dado y con pactos puntuales", ha manifestado en una rueda de prensa en la sede del PP tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional.

En esa comparecencia, Rajoy ha dejado claro que no contempla otra posibilidad que no pase por que él encabece el próximo gobierno, puesto que, según ha dicho, su partido ha mejorado resultados al contar ahora con casi 8 millones de votos y no cabe que quien ha perdido los comicios imponga sus decisiones.

Ciudadanos: sí al PP, no a Rajoy

El teórico apoyo natural para el PP sería Ciudadanos, aunque su líder, Albert Rivera, ha insistido este lunes en rechazar que Mariano Rajoy sea el presidente, aunque ha avanzado que hablará con PP y PSOE para poner en marcha una mesa de negociación tripartita.

Rivera no ha querido decir claramente si se abstendrá o no en el caso de que Rajoy se presente a la investidura y se ha limitado a asegurar que los 32 escaños de Ciudadanos "no son necesarios" para poner en marcha el Ejecutivo y, en cambio, sí lo son los socialistas.

Ha insistido en que hay que montar esa mesa sin poner por delante "los sillones" de nadie, pero al mismo tiempo Rivera mantiene el veto a Rajoy al asegurar que los 3,2 millones de votantes de ciudadanos no servirán para hacer a Rajoy presidente.

PSOE: ni apoyo al PP ni abstención

Por su parte, el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, ha afirmado que su partido asume que le corresponde estar en la oposición, si bien ha confirmado que no apoyará al PP, ni se abstendrá para facilitar la investidura de Rajoy.

Hernando ha subrayado que es Rajoy el que tiene que tomar la iniciativa e intentar buscar apoyos "entre sus afines ideológicos y las derechas nacionalistas", por lo que el PSOE no dará su respaldo aunque el PP no alcance la mayoría suficiente con estos grupos.

"El PSOE estará donde nos han puesto los ciudadanos en este momento, que es en la oposición, y tendrá que ser Rajoy el que dé el primer y los subsiguientes pasos. La pelota está en el tejado de la calle Génova", ha sentenciado Hernando en una rueda de prensa.

Ferraz también ha descartado la posibilidad de que el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, quien concurrió al 26J en coalición con el PSOE, se abstenga para que Rajoy pueda gobernar con el apoyo de Ciudadanos, PNV y CC.

Podemos no apoyará pacto PSOE-Ciudadanos

En cuanto a Podemos, su secretario de Organización, Pablo Echenique, ha reafirmado que no están satisfechos con los resultados de la coalición Unidos Podemos, pero ha evitado hacer autocrítica y la ha pospuesto hasta tener datos que recabarán con un análisis demoscópico.

Sí ha responsabilizado al PSOE de haber contribuido a "engordar" la derecha con sus ataques al partido morado y ha avisado de que, en esta nueva ronda de negociaciones, no apoyará un pacto con los socialistas que incluya a Ciudadanos.

En rueda de prensa, Echenique ha explicado que la "campaña del miedo", el resultado del referéndum en Reino Unido, o las altas expectativas generadas por las encuestas "son tres factores importantes" que tendrán que analizar, si bien no ha entrado a valorar "en qué sentido han operado", porque, según ha asegurado, todavía no lo saben.

Además, ha avanzado que, al igual que ya hicieron en las negociaciones tras las elecciones del 20 de diciembre, no apoyarán un acuerdo con el PSOE que incluya a Ciudadanos.

El PNV ve difícil un acuerdo con Rajoy

Por otra parte, el PNV ha adelantado que hablará con Mariano Rajoy si le llama para negociar, pero ve "muy, muy difícil" llegar a un acuerdo con el Partido Popular porque tendría que dar un "giro de 180 grados" a muchas de sus políticas.

Fuentes del EBB han dicho a EFE que es muy poco probable que el PNV forme parte de un pacto de investidura o de legislatura, pero sí está dispuesto a participar en las reformas "profundas" que se deben abordar como la cuestión de Cataluña y Euskadi, el fin de los "ataques al autogobierno" vasco y la derogación de la Lomce y la reforma laboral.