Ser maestro es más que una profesión

La historia, testigo siempre de los tiempos, nos ha dejado en la memoria seres ilustres, maestros que han formado parte de nuestra vida.

Los tiempos han cambiado mucho. Ya no vemos la separación de sexos en las filas y en las aulas. La entrada de las niñas por una parte y los niños por otra. Aquellas aulas con mesas de madera, bajitas, uniformes para todos.

La figura del maestro, de la maestra, estaba muy reconocida por gran parte del alumnado y por la sociedad en general hace unas décadas.

La autoridad que tenía el maestro en el aula hacía que los alumnos estuvieran convencidos del respeto que por encima de todo le debían.

Una idea de respeto que, además, se veía fortalecida paralelamente por la labor que se desarrollaba en el seno de las propias familias de los alumnos. Vamos, que lo de la obediencia al maestro era una cuestión muy asimilada.

Hoy en el café de las 10 h nos preguntamos, ¿han cambiado mucho las cosas para los maestros y las maestras en los últimos años? ¿cómo es ahora esta profesión?

Nos lo cuentan Arantza Conde, durante años maestra, posteriormente directora en Ángel Ganivet. Una mujer muy querida. En Radio Vitoria también hablamos con Jon Arranz, un joven maestro, también muy querido en el colegio San Prudencio. Cada día pone, como sus compañeros y compañeras, todo el esmero y la ilusión al enseñar a su alumnado. Y es que ser maestro es más que una profesión.