Este lunes se cumplen 70 años de la puesta a la venta de la primera furgoneta DKW montada en la factoría Imosa

El 27 de mayo de 1954 la historia de Vitoria cambió. De la planta de IMOSA, en Ali, salió la primera furgoneta DKW F89L. Desde dos años antes en una oficina de la calle La Paz un grupo de personas trabajaban discretamente en el diseño de la factoría de la avenida de los Huetos donde se iban a fabricar vehículos comerciales que sacasen adelante a un país en el que aún estaba vigente la cartilla de racionamiento. Bajo la tutela de la firma germana Auto Unión se montaron los primeros vehículos que venían despiezados de Alemania

La DKW F89L era una furgoneta asequible para los pequeños y medianos negocios que necesitaban vehículos de carga con posibilidad de llevar pasajeros. Rendía 22 caballos alcanzando una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. Una de las características más singulares era el motor de dos tiempos que funcionaba con mezcla de gasolina y aceite provocando un típico petardeo acompasado con el blanco humo del escape.

En el año 1957 IMOSA constituía su filial INAUTO con el propósito de construir y montar carrocerías especiales que iban desde una DWK acristalada, hasta la versión ambulancia pasando por la de plataforma descubierta que tuvo mucho éxito en el sector de la construcción con una carga máxima de 800 kilos. Por supuesto los frenos eran de tambor y la dirección de cremallera con un enorme volante de baquelita. La DKW bicilíndrica se fabricó en Vitoria hasta el año 1963 saliendo unos 30.000 vehículos de la factoría alavesa, siendo sustituida por el modelo F 1000 a la que se le incorporó un novedoso motor diésel.

Han pasado 70 años desde la primera DKW que fue el germen de la principal empresa exportadora de Euskadi, que da empleo a más de 5000 personas.