¿Cómo de cerca tenemos la cura para las enfermedades mentales y neurodegenerativas?

Rafael Yuste, neurobiólogo y director del centro de neuro tecnología de la Universidad de Columbia, trabaja en el 'Basque NanoNeuro Network' en colaboración con profesionales de distintas materias - físicos, químicos, ingenieros, biólogos… - con el objetivo de diseñar nanopartículas que se puedan utilizar como terapia para la cura de enfermedades mentales y neurodegenerativas. "Las nanopartículas son unas bolitas pequeñas de oro que se pueden pegar a las neuronas, y mediante láseres, desde fuera, podemos activar estas neuronas", explica Yuste. Eso les permite controlar la actividad neuronal y puede resultar muy útil para reactivar las neuronas que están dañadas a causa de ciertas enfermedades.

Yuste se ha mostrado optimista en cuanto a descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro de cara al futuro, puesto que en los últimos años ha habido numerosos avances en ese ámbito: "Estos descubrimientos están dando pistas muy valiosas para la aparición de una teoría general que explique cómo funciona el cerebro humano de cara a la próxima década". Una vez descubierto eso, añade, que se abre una puerta para entender cómo el cerebro genera la mente humana, y cómo se generan enfermedades mentales y neurológicas cuando se estropean los circuitos cerebrales. En consiguiente, se podría estudiar una cura para enfermedades como el Alzheimer, la epilepsia, la parálisis, el párkinson o la depresión.

Sin embargo, Yuste ha hecho hincapié en lo que ese descubrimiento podría suponer para los neuro derechos humanos (aquellos derechos que protegen la mente de las personas): "Nosotros utilizaríamos esos métodos por razones médicas y científicas, pero si pensamos sobre las consecuencias éticas y sociales, hay que tener en cuenta que también se podrían usar para razones no benéficas".

Asimismo, el neurobiólogo ha expresado su teoría de que se pueda erradicar toda clase de violencia mediante la investigación del cerebro: "Al fin y al cabo la agresión humana surge del cerebro. Si pudiéramos entenderlo y controlarlo, se podría abordar el problema de la violencia como un problema clínico en vez de penal".