Sociedad -
Coronavirus
Efectos físicos del confinamiento, cuando el cuerpo pierde la vida para sus sistemas
Además de las víctimas directas, las más importantes, el coronavirus está dejando consecuencias físicas y emocionales. Repasamos cómo el confinamiento ha repercutido en nuestro estado físico.
Natxo Velez | eitb.eus
Euskaraz irakurri: Itxialdiaren ondorio fisikoak, gorputzari sistementzako bizitza kentzen zaionekoa
Más allá de los principales damnificados del coronavirus, las víctimas de la COVID-19, sus familiares y el personal de servicio sanitario y labores anejas a él, la pandemia ha tenido, está teniendo y tendrá otros efectos, palpables para la mayoría de los ciudadanos en el ámbito social, económico, psicológico y también físico.
La inactividad física impuesta por el confinamiento ha tenido consecuencias en nuestros cuerpos, ya que, como explica el fisioterapeuta Ignacio Suárez Meler, de la clínica bilbaína Fytma, “el movimiento es vida para todos los sistemas”: “Además de a nivel musculoesquelético, el propio movimiento actúa en beneficio de los sistemas circulatorio y linfático, en el sistema gastrointestinal facilitando la digestión y disminuyendo el estreñimiento y a nivel del sistema nervioso vegetativo ayudando a regular los estados de vigilia y sueño, por nombrar algunos ejemplos”, añade Suárez Meler.
Y es que la crisis generada por la pandemia está quitando el sueño, literal y metafóricamente, a mucha gente, por los quebraderos de cabeza socioeconómicos y afectivos que acarrea el confinamiento y la alteración de nuestro día a día, ya que “el estrés provocado por cualquier situación conlleva aparejado alteraciones en el estado físico, como por ejemplo un ritmo cardíaco o tensión arterial aumentados, y el mantenimiento de esta situación de estrés en el tiempo por supuesto que a la larga puede provocar secuelas físicas. El estrés, que ya de por sí es un desequilibrio en varios sistemas, como los ritmos del sueño, cambios hormonales, gastrointestinales, etcétera, podría afectar a nivel musculoesquelético como una lesión aguda, si es mantenido en el tiempo”.
Ignacio Suárez Meler, fisioterapeuta de la clínica Fytma
Teletrabajo
Uno de los cambios más inmediatos tras decretar el estado de alarma, fue la puesta en marcha del teletrabajo en aquellos puestos que lo posibilitaran, y hay ciertas pautas que conviene adoptar en esta tarea, según los expertos, para evitar la relajación que podría generar encontrarnos en un entorno que solemos dedicar a actividades más lúdicas que el trabajo.
Suárez Meler explica que, “al igual que cuando trabajamos en nuestro puesto habitual, deberíamos, cada cierto tiempo, romper la postura mantenida, ya que en casi todas las actividades laborales las posturas y gestos se repiten. Al teletrabajar lo más habitual es realizarlo sentados, por lo que lo ideal sería levantarnos cada hora u hora y media, dar un pequeño paseo por la habitación y hacer unos movimientos suaves, sin dolor y, a lo sumo, con una leve sensación de estiramiento tanto del cuello, brazos, tronco y extremidades inferiores”.
Ejercicio y dieta
Otro de los peligros del confinamiento es precisamente que, ante la ansiedad provocada por la clausura, muchos hayan sentido la tentación de lanzarse desmesuradamente a una práctica incontrolada de ejercicio que haya devenido en lesión.
“Hay ejercicios para todos los gustos y exigencia de cada uno; además, actualmente hay grandes profesionales de la actividad física que explican muy bien los ejercicios en tutoriales de internet, pero aún así, en muchos casos la falta de hábito y la prisa que tenemos por obtener resultados es la gran causa de las lesiones que se producen en el deporte. Las consultas más habituales que yo he recibido en estos días han sido por dolores de cuello, lumbares y hombros. En el caso de las lumbalgias es muy probable que, además de un exceso en la intensidad de los ejercicios, el exceso de tiempo en el sofá no haya ayudado”, apunta Suárez Meler.
En caso de que no sea demasiado tarde para unas indicaciones preventivas, es recomendable no realizar actividades mientras exista dolor, hidratarse mucho y, paradójicamente, a pesar de estar recluidos, descansar: “Esto último solemos olvidarlo al no tener otra cosa que hacer en casa, pero es importante no insistir todos los días en los mismos grupos musculares. Debemos llevar una rutina de ejercicios variada, dejando descansar las zonas trabajadas ayer para insistir en otra zona hoy”, según Suárez Meler.
Cuestionado sobre los cambios alimenticios y el sobrepeso en que estos pudieran sobrevenir, el fisioterapeuta alerta de que, aunque el sobrepeso en sí dista de ser beneficioso, “durante el confinamiento, los excesos que hemos cometido a nivel nutricional muy probablemente se han centrado en una mayor ingesta de dulces, refrescos y bollería, que tienen un efecto inflamatorio y lesional más rápido sobre los diferentes sistemas que el propio sobrepeso”.
“Esa inflamación secundaria afecta mucho más rápidamente a músculos, articulaciones y raíces nerviosas que el propio sobrepeso. Y ese proceso inflamatorio silencioso interno es uno de los principales causantes de las lesiones agudas que todos conocemos, tales como tendinitis, roturas fibrilares, cervicalgias y lumbalgias, entre otras”, añade.
Niños y mayores
Niños, que han sido el primer colectivo atendido en las medidas de desescalada propuestas por el Gobierno de España, y mayores, que pueden por fin salir desde este sábado, 2 de mayo, han sido dos de los colectivos más vulnerables ante el confinamiento, sobre todo estos últimos, en los que la actividad física es literalmente vital.
“A nivel físico, los mayores se ven más afectados por esta situación que ningún otro colectivo”, explica Suárez Meler. “Ese paseo diario o, simplemente, el hecho de salir a por el pan o el periódico es vital para mantener su tono muscular generalizado tan necesario. Durante estas semanas, muchos habrán vuelto a notar aquellas algias de espalda, manos y pies que solían restarles calidad de vida, pero que seguro recuperarán rápidamente una vez les permitan volver a esas rutinas. En estos casos, las recomendaciones de realizar ejercicios generalizados suaves en casa adquieren mayor relevancia”.
Vuelta “diferente” a la actividad
Los centros de fisioterapia se encuentran cerrados por el estado de alarma y muchos de ellos, por precaución, ya echaron la persiana antes de decretarse este, pero en el horizonte aparece una vuelta a la cotidianeidad que será diferente debido a que “en la mayor parte de nuestro desempeño profesional es prácticamente imposible mantener la distancia de seguridad”.
“No cabe duda de que al principio será duro por el miedo de algunas personas a salir y correr el riesgo de contagiarse, pero poniendo aún más énfasis en la desinfección de nuestras instalaciones y mayor control de las medidas de seguridad al aplicar nuestros tratamientos, seguro que conseguiremos recuperar la confianza de nuestros pacientes”, cuenta Suárez Meler.
Seguro que no faltarán pacientes deseosos de revertir los estragos de la inactividad o una práctica deportiva incorrecta: “Las algias de la columna vertebral, tanto por causas inflamatorias, como por el teletrabajo y las malas posturas mantenidas, van a ser la patología estrella de las primeras semanas tras la vuelta a la actividad”, concluye.