GEZKI: 'La crisis de Fagor no es el fin del cooperativismo vasco'

Baleren Bakaikoa, director de GEZKI Instituto de Derecho Cooperativo y Economía Social de la UPV-EHU, ha asegurado este martes que la crisis de Fagor Electrodomésticos no supone "el fin del cooperativismo vasco", aunque ha advertido de que es necesario aprender de los fallos.

"Las cooperativas son un ser vivo que nace, se desarrolla y con el tiempo se mueren", ha señalado Bakaikoa en la comisión parlamentaria de Desarrollo Económico y Competitividad, donde ha comparecido a petición de los socialistas para dar su parecer sobre la situación de concurso de acreedores en la que se encuentra Fagor Electrodomésticos.

El director de GEZKI ha opinado que el caso de Fagor Electrodomésticos ha "convulsionado" al mundo de la economía y a la sociedad porque fue la primera del grupo Mondragón y era un referente del cooperativismo vasco; pero eso no quiere decir, ha incidido, que la crisis en la que está inmersa ponga en cuestión las cooperativas.

En esta línea, ha recordado que en 2009 había registradas 1.478 cooperativas en Euskadi que proporcionaban 55.121 empleos y en 2012 estas cifras subieron a 1.533 cooperativas con 56.365 puestos de trabajo.

"La cooperativa es una figura jurídica de futuro. Fagor es mucho Fagor, pero la vida sigue. Tenemos que seguir creyendo en esta figura y aprender de los fallos que se han cometido", ha subrayado.

Subordinadas

Por su parte, la investigadora y experta en Derecho Concursal y Cooperativo de GEZKI, Itziar Villafáñez, se ha referido a las aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor, de las que ha dicho que son un mecanismo para encontrar financiación ajena para las cooperativas.

El producto, ha señalado, no presenta problemas de legalidad, "sino que el problema ha estado en su comercialización, porque las personas que adquirieron los productos no sabían lo que estaban haciendo".

"Ese contrato -ha asegurado- será nulo o por lo menos anulable si las partes no quieren seguir con ello".