El interminable Netanyahu

El caso del israelí Benjamin Netanyahu es un buen ejemplo de lo que está pasando en muchos países del mundo.

Hay una serie de políticos que, vistos desde fuera de sus países, son corruptos, inmorales, mentirosos, autoritarios y, a veces, hasta ridículos; pero, sin embargo, dentro de sus países la gente les vota una y otra vez.

Netanyahu se presentaba a las elecciones primarias de su partido en una situación aparentemente débil. Está imputado en tres casos de corrupción. No ganó las últimas elecciones ni consiguió formar un Gobierno de coalición. Lleva 13 años en el poder, con el desgaste que eso supone. Se decía que esta vez podía caer en las elecciones primarias. Y va y saca el 72% de los votos.

Por tanto, Netanyahu será el candidato del Likud en las elecciones del 2 de marzo. Unas elecciones que indican el bloqueo político en el que se ha instalado Israel. Serán las terceras en menos de un año y, si esto sigue así, tampoco serán las definitivas.