Cine
Entrevista
Natxo Velez | EITB Media
Aitor Merino ha estrenado en el festival de cine de Málaga "Fantasia", un largometraje documental nacido en un crucero familiar a bordo de un barco de mismo nombre.
Aitor Merino ha presentado "Fantasia" en el festival de cine de Málaga
El actor y director Aitor Merino (San Sebastián, 1972) lo tuvo claro en cuanto vio el nombre del barco que los llevaría en un crucero para celebrar las bodas de oro de sus padres, "Fantasia", que así se llamaría también el nombre de la película que saldría de ese viaje.
Aquel idílico reencuentro de la familia, que vive separada hace ya bastantes años -los padres en Pamplona, Aitor en Madrid y Amaia, hermana de Aitor y también cineasta ("Non dago Mikel?"...), en Ecuador-, sucedió en junio de 2015, pero Merino no ha querido que la luminosidad cegadora del crucero deformara el resultado y ha completado la película con varias miradas a la cotidianeidad familiar en Pamplona, tomadas al regresar del viaje: la vejez, el frío de Pamplona en diciembre, las ausencias y la realidad, frente al sol, la calidez, la alegría y la fantasía.
Hemos pillado a Merino en Málaga, presentando la película en el festival de cine de la ciudad andaluza.
Ha llegado la hora de mostrar "Fantasia". ¿Cómo habéis vivido el estreno de Málaga?
Muy ilusionados. Hace seis años que mis padres, Amaia y yo mismo empezamos a hacer el viaje a bordo del "Fantasia", y en Málaga nos hemos juntado todo el equipo para estrenarla. ¡Estamos muy contentos!
Al principio llevaste la cámara al viaje sin ninguna intención concreta. ¿Cuándo te diste cuenta de que de ahí podía salir una película?
Al principio no sabía que saldría una película de todo esto. Llevamos la cámara al viaje, y empezamos a grabar como si estuviéramos trasteando.
Lo primero que nos llamó la atención fue el barco, el ambiente hortera. Pero la cámara, mi mirada, comenzó a centrarse poco a poco en mis padres, y atrapamos cosas preciosas que sucedieron durante esos días. Fue entonces cuando vi que podíamos hacer una película, y decidí que fuera un pequeño documental.
Durante el invierno siguiente, con Amaia de regreso en Ecuador y yo en Madrid, pensé que "Fantasia" podía ser una película sobre la realidad.
Como ya hicieras en "Asier eta biok", te has expuesto de una manera muy sincera a la cámara, y estas vez también a tu hermana y tus padres. ¿En qué medida temes esa exposición y cuál es su recompensa?
Sí, es cierto que no es fácil mostrar la intimidad propia y la de los que más quieres ante la cámara, pero ¿para qué vas a hacer una película, si no es para mostrar lo que quieras desde la sinceridad?
Creo que compartir esos momentos dota de sentido este trabajo. Estamos más que acostumbrados a ver en televisión y demás cómo se muestra la intimidad a cambio de dinero, como mercancía; en esta película, la intimidad se utiliza para mostrar amor.
Y eso trae su pequeña recompensa. El público agradece encontrar historias contadas con sinceridad.
Para escribir el guion, Amaia y tú habéis contado con la mirada externa de Ainhoa Andraka y Zuriñe Goikoetxea. ¿Qué equilibrio han dado a la película?
En esta película, el trabajo de Ainhoa Andraka y Zuriñe Goikoetxea ha sido fundamental. Podían ver el material desde la distancia, y Ainhoa ha hecho un trabajo tremendo también en el montaje.
Estoy muy agradecido y satisfecho con el resultado. Si queríamos construir narrativamente la película, era necesario ver a todos los miembros de la familia, yo incluido, como personajes. No puedes elegir un trozo de la película porque veas a tu aita muy gracioso; tienes que pensar si aporta algo a la historia.
Y en ese sentido, ha sido muy importante la aportación de ambas.
Frente al ambiente soleado y feliz de "Fantasia", muestras la fría realidad y las ausencias con las que te encontraste en Pamplona en Navidad. ¿En qué medida se equilibran en la vida la realidad y el disfrute? ¿Cómo se retroalimentan ambos aspectos?
Como en la vida, en esta película todo encuentra su sitio por contraste; es decir, la vida tiene sentido en tanto en cuanto existe la fantasía. O podemos valorar lo que es el disfrute porque sabemos qué es el dolor.
En ese sentido, sí; todo encuentra su lugar por oposición. Y en la película jugamos con ello.
El eje de "Fantasia" es el paso del tiempo. ¿Crees que la vulnerabilidad ante la que nos ha puesto la pandemia ha cambiado la indiferencia y la vanidad con la que mirábamos a nuestra debilidad o no hay nada que hacer ante eso?
Sí, está claro que la pandemia nos ha mostrado que somos muy vulnerables, pero no sé si hemos aprendido algo como sociedad.
No me preocupa tanto las lecciones que cada uno o una ha sacado de sus vivencias, sino si hemos aprendido algo como sociedad sobre nuestra relación con el poder. Creo que eso es lo que merece una profunda reflexión.
es noticia
noticias
noticias
noticias
noticias
noticias
Deporte
cultura
Lo más visitado
© EITB - 2024 - Portal de Privacidad - Aviso Legal - Política de cookies - Configuración cookies - Transparencia - Contacto - Mapa Web