Sociedad -
Barómetro 2024 de Ikuspegi
La ciudadanía vasca no sitúa la inmigración como un problema social y cree en su impacto positivo
La encuesta realizada por Ikuspegi desvela, además, que la población general piensa que las personas de origen extranjero son casi el doble de las que realmente hay. Esta percepción sobredimensionada, aunque continua en los sondeos, es la mayor observada desde 2007 (23,4 % estimada vs 13,2 % real).
E. G. | EITB Media
Euskaraz irakurri: EAEko herritarrek ez dute uste immigrazioa arazoa denik eta eragin positiboa duela diote
Para la sociedad vasca, la inmigración no es un problema social (solo un 9 % lo menciona) y sus preocupaciones se concentran en cuestiones económicas, de salud o vivienda. Así se se desprende del Barómetro 2024 realizado por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi.
El Barómetro, realizado a partir de 1200 encuestas entre marzo y mayo de 2024, concluye que la sociedad vasca percibe la inmigración como un fenómeno estructural. "El 82,8 % de la población cree que la inmigración seguirá en aumento en los próximos años", ha explicado en la presentación del informe Julia Shershneva, directora de Ikuspegi y profesora de Sociología de la UPV/EHU.
Según Shershneva, "a diferencia de otros contextos, en Euskadi la inmigración no se percibe como un problema prioritario"; solo el 3,8 % de la ciudadanía considera que la inmigración le afecta de manera personal.
Impacto positivo
7 de cada 10 sostiene, además, que la presencia de personas de origen extranjero es fundamental para mantener ciertos sectores económicos, y que no son culpables de la bajada de sueldos. Es más, un 66,2 % defiende que la inmigración permite que la economía funcione mejor. Gran parte de la sociedad vasca, con porcentajes que van desde el 63 al 73 %, tampoco cree que la llegada de migrantes tenga un impacto negativo en la identidad vasca, ni en el desarrollo y uso del euskera. Además, tres cuartas partes valoran el enriquecimiento cultural que aportan las personas de origen extranjero. Por último, el 71 % de la población considera que la llegada de personas extranjeras es "clave para contrarrestar el envejecimiento demográfico".
Del mismo modo, la mayoría de la población se posiciona en contra de los estereotipos negativos sobre las personas inmigrantes: son más aquellas que los consideran falsos en comparación con las que los aceptan como verdadero. Sin embargo, "sigue habiendo ideas erróneas sobre la relación entre inmigración y delincuencia, abuso del sistema de protección social o aumento del machismo, la tendencia general es a un menor respaldo de estas creencias", ha destacado Shershneva.
En este sentido, "los estereotipos sólo están en la cabeza de unos pocos. Eso sí, hay que estar atentos y atentas. Estos rumores falsos se encuentran en conversaciones informales de bar, parque o lugar de trabajo. Se escuchan entre amigos/as y esto en la Euskadi de 2025 no se puede aceptar" ha señalado la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa.
Falsa creencia del peso migratorio
Un 13,2 % de la población vasca es de origen extranjero, aunque la percepción de la ciudadanía es que ese porcentaje es mayor, llegando incluso a casi doblarse (23,4 %), según el Barómetro.
La encuesta, realizada anualmente desde 2007 para evaluar las percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero, arroja en su última edición el dato más alto de la serie histórica (13,2 %), con una diferencia 11 puntos entre la población extranjera estimada y la real y un incremento de 2,8 puntos respecto al año anterior. No obstante, cabe señalar que la ciudadanía siempre ha tendido a sobredimensionar el peso de la inmigración a lo largo de estos años.
Así, sin conocer el dato real, casi la mitad (48 %) dice que hay "demasiadas/bastantes" personas de origen extranjero, mientras que para otro 41, 5 % son "suficientes". Otro dato que dista de los datos oficiales es la procedencia mayoritaria de esos inmigrantes: la percepción es que llegarán más (por ese orden) del Magreb, África subsahariana y Latinoamérica, cuando las estadísticas nos indican que la mayor parte de la población de origen extranjero ha venido fundamentalmente de países latinoamericanos.
El índice de tolerancia, en los 63,54 puntos sobre 100
Con estos mimbres, el índice de la tolerancia, que resume las actitudes y posiciones de la sociedad vasca ante la inmigración, se sitúa en los 63,54 puntos sobre 100 y vuelve a los índices prepandémicos, tras alcanzar máximos derivados de la crisis de la covid-19 y la guerra de Ucrania (alcanzó su techo en 2022, con 69,28 sobre 100).
Shershneva ha explicado el impacto de estos eventos generó en su momento "una ola de solidaridad excepcional", pero ahora "las actitudes han regresado a niveles previos, aunque con una mejora respecto a la serie histórica". De hecho, el índice en 2024 sigue siendo el más alto registrado en todas las ediciones del barómetro previas a la pandemia (2007-2020).
Uno de los principales hallazgos del informe es la creciente polarización social. "El grupo de población con actitudes más inclusivas hacia la inmigración se ha fortalecido", ha señalado Shershneva, quien ha detallado que este sector "ha alcanzado una media de 75,79 puntos en el índice y representa ya casi la mitad de la población vasca".
Por último, cuestionadas sobre las políticas inmigración, 8 de cada 10 personas se muestran a favor de regularizar a las personas en situación irregular: casi un tercio apuesta por hacerlo sin restricciones y la mitad lo condiciona a tener un contrato laboral. Además, el 93,7 % de la ciudadanía se muestra a favor de acoger a personas solicitantes de asilo, aunque las posturas más abiertas han retrocedido tras la ola solidaria con la población ucraniana. En cuanto a las personas menores y jóvenes sin referentes familiares, la gran mayoría de la sociedad respalda la necesidad de establecer los recursos adecuados para su integración e inserción.