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Informe
Los jóvenes de la CAV dedican el 64 % de su salario a una hipoteca o el 49,5 % al alquiler
Según un informe hecho público por el Observatorio Vasco de la Juventud, las mujeres jóvenes con trabajo tienen peor calidad del empleo que los hombres, con mayores porcentajes de contratos temporales y jornadas parciales.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: EAEko gazteek soldataren % 64 bideratzen dute hipoteka ordaintzera, eta ia erdia alokairurako
Los jóvenes de la CAV de entre 18 y 34 años que se emancipan dedican el 64 % de su salario a pagar una hipoteca si optan por comprar vivienda, y el 49, 5 % a pagar el alquiler de una casa si se decantan por esta alternativa.
Estos datos se recogen en el estudio "El coste de la Emancipación Residencial en Euskadi 2023", hecho público por el Observatorio Vasco de la Juventud, que también ha dado a conocer los resultados del informe "La juventud de Euskadi en el mercado de trabajo. Análisis del Censo del Mercado de Trabajo de 2023".
Según ha informado el Departamento vasco de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico en una nota, en el primero de estos estudios se recoge que el acceso a una vivienda es uno de los aspectos que definen el logro de la autonomía en la juventud y el paso definitivo a la vida adulta.
Para acceder a una vivienda libre en el País Vasco las personas de entre 18 y 34 años debían en 2023 destinar el 64 % de su salario a pagar una hipoteca, y el 49,5 % a abonar un alquiler.
A medida que aumenta la edad también lo hacen los salarios y, por tanto, el coste es menor, aunque el informe señala que el mercado libre de vivienda "coloca a las personas de 30 a 34 años en situación de sobreendeudamiento para el pago de la vivienda en solitario".
El problema se agrava en el caso de las mujeres, ya que las desigualdades salariales con los hombres implican mayores dificultades de emancipación en solitario para estas.
Por su parte, el estudio relativo al mercado de trabajo muestra que el empleo es desigual entre los jóvenes según, principalmente, el rango de edad. Así, las personas de menos de 25 años se dedican principalmente al estudio, y a medida que crecen, se incorporan al mercado laboral.
De hecho, el porcentaje de personas de 30 a 34 años con empleo alcanzaba el 83,6 % en 2023, porcentaje superior al de quienes tienen entre 35 y 64 años, que era del 78,3 %.
En 2023 había un mayor porcentaje de hombres jóvenes trabajando que de mujeres (45,1 % frente a 38,3 %). Entre las mujeres ese mayor índice de inactividad se debe principalmente a su mayor presencia en estudios superiores.
Las mujeres jóvenes con trabajo tenían peor calidad del empleo que los hombres, con mayores porcentajes de contratos temporales y jornadas parciales. Además, el porcentaje de hombres jóvenes que cobraban más de 1.500 euros al mes era cuatro puntos superior al de las mujeres.
Además, las mujeres trabajaban mucho más que los hombres en el sector de los servicios, y menos que ellos en la industria o en la construcción. Los trabajos ligados a la alta tecnología eran más frecuentes entre los hombres que entre las mujeres jóvenes.
El 41,8% de las personas de 16 a 29 años estaban ocupadas, un 6,4% estaba en búsqueda activa de empleo, y un 51,8 % se mostraban inactivas, principalmente por tratarse de estudiantes.
El porcentaje de jóvenes con contrato indefinido se ha incrementado entre 2021 y 2023 en algo más de 15 puntos porcentuales. En 2023 seis de cada diez (61 %) jóvenes trabajando lo hacían con un contrato indefinido.
En cuanto al salario, apenas una cuarta parte de la juventud afirmaba en la encuesta tener unos ingresos netos mensuales superiores a los 1.500 euros (el 23,9%). Y eran muy pocas, al igual que en años anteriores, las personas jóvenes que ocupaban cargos directivos en su empresa (2,1%).
Independientemente del nivel de estudios, la mitad de la juventud ocupada afirmaba utilizar el euskera tanto o más que el castellano en su trabajo (51,1 %).
El porcentaje de personas jóvenes desempleadas que llevaban más de un año buscando empleo descendió hasta un 34,9 %. Tres de cada cuatro jóvenes desempleados en 2023 tenían experiencia laboral previa, pero eran minoría quienes cobraban algún tipo de prestación, subsidio o ayuda económica (17,9 %).