Sociedad -
SENTENCIA
Condenan a 1800 euros de multa al policía municipal de Bilbao acusado del homicidio imprudente de un motorista
Además, deberá indemnizar con 112 183 euros a los padres y con 14 862 euros a la hermana y no podrá conducir vehículos de motor durante ocho meses.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: 1.800 euroko isuna ezarri diote Bilboko udaltzain bati, motorzale baten zuhurtziagabekeriazko hilketa egotzita
La sección primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a una multa de seis meses con una cuota diaria de 10 euros (1800 euros) a un agente de la Policía Municipal de Bilbao acusado del homicidio imprudente de un motorista que falleció tras colisionar contra el vehículo policial que conducía el agente.
El tribunal ha considerado al policía municipal autor de un delito de homicidio por imprudencia menos grave con la concurrencia de la atenuante de dilaciones indebidas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
Además de la multa, el tribunal le impone la privación del derecho a conducir vehículos de motor durante ocho meses y fija que indemnice, con la responsabilidad civil directa de una compañía de seguros y subsidiaria del Ayuntamiento de Bilbao, a los progenitores del motorista fallecido con un total de 112 183 euros y a su hermana con 14 862 euros.
Los hechos objeto de este procedimiento tuvieron lugar en la madrugada del 28 de diciembre de 2019, cuando el acusado y un compañero estaban patrullando con el vehículo oficial por el centro de Bilbao y fueron requeridos para acudir a una discoteca en previsión de posibles incidentes.
Según se recoge en la sentencia, los agentes consideraron "la situación urgente", activaron las luces de emergencia y se dirigieron hacia la discoteca.
En un momento determinado, el copiloto "apagó" esas luces "sin avisar" al conductor, un hecho que el primero reconoció en el juicio. Al llegar a un cruce el coche policial no respetó un semáforo en rojo y se adentró en la calle "sin luces de emergencia ni señales acústicas", creyendo, sin embargo, el agente que conducía, que esas luces "estaban activadas al rebasar el semáforo en fase roja".
Un motorista que pasaba por la intersección con el semáforo en verde para él colisionó contra la puerta trasera del vehículo policial, falleciendo a causa del impacto.
El vehículo policial circulaba aproximadamente a 45 km/h y la motocicleta a unos 64 km/h. La velocidad máxima permitida en la zona del accidente era de 30 km/h.
La acusación particular mantuvo en el juicio que la imprudencia debía ser calificada como grave mientras que el Ministerio Fiscal y la defensa defendieron la calificación de menos grave.