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Religión
Las monjas clarisas de Orduña y Belorado denuncian "persecución" y abandonan la Iglesia de Roma
La gota que ha colmado el vaso para estas religiosas ha sido la decisión de Roma de "bloquear" su solicitud para poder vender un convento en Derio para poder así hacer frente a la compra del Monasterio de Orduña. El Obispado de Vitoria y Arzobispado de Burgos rechazan las acusaciones.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Urduñako eta Beloradoko moja klaratarrek "jazarpena" salatu eta Erromako Eliza utzi dute
La comunidad de Clarisas de Orduña (Bizkaia) y Belorado (Burgos) ha decidido abandonar la Iglesia Conciliar, regida por el Papa, y pasar a formar parte de la Iglesia Católica bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado.
En un comunicado suscrito por la abadesa de esta comunidad formada por 16 monjas, sor Isabel de la Trinidad, reconoce como último pontífice válido a Pio XII y acusa a los papas posteriores de herejías. El origen de su decisión es la "persecución" que, según denuncian, sufren por parte de superiores, pastores, hermanas y sacerdotes.
La gota que ha colmado el vaso para estas religiosas ha sido la decisión de Roma de "bloquear" -según denuncian- su solicitud para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vació en Derio para poder así hacer frente a la compra del Monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria-Gasteiz y con la que tenían un acuerdo de compraventa.
Al no obtener el permiso para vender el convento de Derio, plantearon como alternativa que un comprador ajeno a la orden abonara el millón de euros que queda pendiente para la compra del Monasterio de Orduña, para que, cuando ellas pudieran devolver ese dinero, el benefactor transfiriera el convento a las Clarisas.
Sin embargo, la operación no se llegó a cerrar ante las dudas de la Diócesis sobre la identidad del comprador interpuesto, lo que motivó la rescisión del acuerdo de compraventa por parte de Vitoria.
Desde la comunidad de Belorado se pidió entonces una indemnización de 1,6 millones de euros por supuestas obras realizadas, una reclamación que está actualmente en los tribunales.
En el comunicado de las clarisas de Belorado, sostienen que las propiedades deben ser "muy golosas" para algunos, porque son el telón de fondo de artimañas que aseguran que han sufrido en los últimos años, que califican de 'modus operandi' para desmontar comunidades "de línea tradicional" y quedarse con sus inmuebles para venderlos.
Por su parte, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha puesto en conocimiento de la Santa Sede la intención de esta comunidad de religiosas de abandonar la Iglesia Conciliar y ha dado orden al capellán de que no celebre la Eucaristía en el monasterio por el momento.
Tras asegurar en rueda de prensa que seguirá en este caso las indicaciones de la Santa Sede, Iceta ha pedido a los fieles que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico realizado en los monasterios de Santa Clara de Belorado y Orduña y ha advertido de que si las religiosas confirman su decisión de abandonar la disciplina de la iglesia podrían ser acusadas de un delito de cisma que podría ser sancionado con la excomunión.
El Arzobispado de Burgos y el Obispado de Vitoria han emitido un comunicado conjunto en el que muestran su sorpresa por el anuncio de esta comunidad religiosa y recuerdan que nunca han manifestado ninguna inquietud.
Además, añaden que no han recibido ninguna comunicación oficial sobre la decisión de las religiosas y rechazan las acusaciones contenidas en su comunicado.
Respecto a la licencia de venta del Monasterio de Derio (propiedad de las clarisas de Belorado desde abril de 2013 cuya comunidad fue trasladada al Monasterio de Orduña el 28 de octubre de 2020), recuerdan que ni es competencia del arzobispo de Burgos ni de la presidenta federal. Además, ni en el Arzobispado de Burgos ni en el Obispado de Bilbao se ha recibido ninguna comunicación ni petición a este respecto.