Sociedad -
JUICIO
El supuesto inductor del crimen de Ardines estaba "trastornado" por los celos
En la jornada de este lunes han prestado declaración varios agentes de la Unidad Central Operativa. Uno de ellos ha relatado la situación de "trastorno y desesperación" del acusado de inducir el crimen, Pedro Nieva, tras descubrir la relación sentimental de su mujer con la víctima.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Ardinesen hilketaren ustezko eragilea jeloskortasunak itsututa zegoen
El juicio para esclarecer el crimen de Javier Ardines, el exconcejal de IU en Llanes, acoge este lunes su cuarta sesión en la Audiencia Provincial de Oviedo. Hoy ha sido el turno de varios agentes de la Unidad Central Operativa, UCO, que han participado en la investigación.
Durante su declaración, uno de ellos ha manifestado que para ellos el caso está resuelto y ha relatado la situación de "trastorno y desesperación" del acusado de inducir el crimen, Pedro Nieva, tras descubrir la relación sentimental de su mujer con la víctima el 8 de diciembre de 2017.
"Pedro llevaba trastornado con la infidelidad de su mujer desde el 8 de diciembre. Estaba desesperado y trastornado", ha relatado, asegurando que se observa un trastorno y reproche constante a la relación extramatrimonial de su mujer". Según ha declarado el agente, ese mismo día el acusado ya comenzó a consultar en páginas en las que se venden artículos de vigilancia.
Asimismo, el testigo ha subrayado que tras el crimen, cuando su mujer informó a Nieva de la muerte de Ardines su primer comentario fue "Pedro, ¿qué has hecho?".
En cuanto al también acusado Jesús Muguruza, el agente ha indicado que tras el crimen su "papel de intermediario es de manual" y ha incidido en que uno de los acusados de ser el autor material, D. Benatia llamó ese día hasta en cien ocasiones a J.Muguruza, así mismo acompañó al cuarto acusado, M. Kelii a Barcelona para desde allí salir fuera de España.
Otra agente responsables de la investigación, ha dicho que la Guardia Civil pudo reconstruir la trama urdida para asesinar al concejal a partir de la declaración de Djilali B., uno de los dos supuestos sicarios.
La agente de la Guardia Civil ha dicho que, tras su detención, Djilali B. reconoció los preparativos y la ejecución del crimen. Según manifestó, viajó a Llanes el 27 de julio de 2018 para hacer un reconocimiento del terreno y estudiar la forma de abordar a Ardines.
La agente también ha comentado que en las diligencias no incluyeron el interrogatorio completo de una mujer que mantuvo relaciones sexuales con Ardines la víspera del crimen y de la que apareció ADN en la escena del crimen, para proteger su intimidad, la de su entorno y de la familia Ardines para no aumentar el daño a la viuda y sus dos hijos.
Los agentes hallaron sus restos biológicos tanto en las uñas del edil como en una de las vallas, un perfil genético que la investigación atribuyó a una "transferencia" del propio concejal asesinado. El único ADN que se halló fue de Ardines y el de la mujer con la que mantuvo relaciones sexuales la víspera.
Un móvil, espray de pimienta y viajes: las pruebas contra uno de los sicarios del caso Ardines
El posicionamiento del teléfono móvil, el hallazgo de dos sprays de pimienta negra en su domicilio y los desplazamientos posteriores a Argelia o Suiza. Estas son las pruebas que llevaron a los investigadores al presunto sicario Maamar K.
Según ha explicado el jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón, en la misma mañana del crimen, Maamar K. realizó dos llamadas al otro presunto sicario, Djilali B., quien a su vez efectuó ese mismo día un centenar de llamadas al supuesto intermediario.
Además, Maamar K. realizó el 18 de noviembre, tres meses después del crimen, un viaje a Argelia desde el puerto de Valencia que pagó con 600 euros en efectivo para no dejar rastro, según los investigadores. El 23 de diciembre, regresó a España y volvió a irse el 14 de enero de 2019 a Suiza con la intención de eludir una posible acción policial, ha añadido el agente.
El jefe de la Policía Judicial ha explicado que en el domicilio del presunto sicario hallaron dos botes de espray de pimienta de defensa personal cuya composición química coincide de forma mayoritaria con la encontrada en las vallas con las que le prepararon la emboscada a Ardines para obligarle a bajarse del coche y atacarle.
Aunque a los investigadores les llamó la atención que en el asesinato no se utilizara un arma blanca, el agente ha apuntado que Maamar K. contaba con antecedentes por robos con violencia y robos con fuerza, de forma que su perfil podría encajar con el tipo de ataque, un golpe en la cabeza con un objeto contundente y estrangulamiento con el antebrazo.