Sociedad -
Misión DART
La NASA lanzará el 24 de noviembre una misión para desviar un asteroide
La NASA probará por primera vez una tecnología digna de película de ciencia ficción para defender la Tierra ante eventuales asteroides peligrosos.
EITB Media
La NASA lanzará en noviembre la misión DART para impactar una nave contra el asteroide Dimorphos. El objetivo es desviarlo y probar este potencial sistema para defender la Tierra ante eventuales asteroides peligrosos, como en una película de ciencia ficción.
En concreto, la nave será lanzada el próximo 24 de noviembre desde California, en el cohete de Space X Falcon 9, aunque el impacto contra el asteroide no se espera hasta un año después.
Dimorphos, que no supone ningún peligro para nuestro planeta, es el asteroide más pequeño de Didymos, un sistema binario de asteroides cercanos a la Tierra. Su cuerpo principal tiene unos 780 metros de ancho, en tanto que Dimorphos, su luna menor, apenas alcanza los 160 metros de diámetro; aproximadamente, el tamaño de la Gran Pirámide de Egipto.
Con la Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide (DART, por sus siglas en inglés), la NASA probará por primera vez a escala completa una tecnología de desvío de asteroides para defensa planetaria.
"Dimorphos significa 'dos formas' en griego", según explicó el año pasado Kleomenis Tsiganis, científico planetario de la Universidad Aristóteles de Tesalónica (Grecia) y miembro del equipo DART, cuando dio a conocer al público la misión. Él fue quien propuso el nombre del asteroide que va a intentar desviar la NASA.
Según detalló Tsiganis, este nombre fue elegido pensando en que, en el futuro, será el primer cuerpo celeste cuya forma física se habrá visto alterada intencionadamente por la intervención humana, tras el impacto de DART.
Se espera que el impacto de DART sobre Dimorphos desvíe su órbita alrededor de Didymos, y cree un cráter que otra nave, Hera, investigará posteriormente, varios años después.
El impacto propiamente dicho será registrado mediante un dispositivo que DART desplegará varios días antes de alcanzar el asteroide, mientras que los efectos a largo plazo se estudiarán con ayuda de telescopios espaciales y terrestres.
Didymos fue detectado por primera vez en 1996. Al principio, se creyó que era un único objeto, y que no cumplía los criterios para recibir un nombre oficial, pues los observadores han de trazar una órbita uniforme y confirmar que el objeto no se perderá en el espacio antes de solicitar formalmente una designación.
Más tarde, en 2003, mientras Petr Pravec, astrónomo planetario del observatorio Ondrejov (República Checa), seguía el brillo del asteroide sin nombre, detectó un patrón que indicaba la posibilidad de que un satélite orbitara el objeto principal.