Emergencia sanitaria y LABI: desde cuándo estaban activos y qué han supuesto para la ciudadanía

El lehendakari Iñigo Urkullu ha desactivado este martes la emergencia sanitaria vigente hasta ahora en Euskadi, y con ello, el Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) quedará disuelto. Explicamos qué es y qué consecuencias ha traído este especial marco jurídico a la ciudadanía vasca.

Según establece la Ley de Gestión de Emergencias, al decretar la emergencia sanitaria, el lehendakari tiene la potestad de confinar personas en sus domicilios o en lugares seguros, así como limitar el uso de servicios públicos y actividades. 

La emergencia sanitaria se activó por primera vez en los inicios de la pandemia, el 13 de marzo de 2020, aunque fue desactivada dos meses después para la convocatoria de las elecciones al Parlamento Vasco. Euskadi pasaba así a la fase de vigilancia sanitaria. No obstante, el estado de alerta sanitaria volvió a activarse el 17 de agosto de 2020.

La declaración de emergencia sanitaria tuvo su encaje en una triple normativa. La primera de ellas recogía la petición de la consejera de Salud al consejero de Seguridad de activar el Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI). La segunda norma activaba el Plan formalmente y con la tercera el lehendakari asumía el "mando único" en la toma de decisiones y restricciones para hacer frente a la crisis sanitaria.

El lehendakari ha sido, por tanto, la autoridad competente para establecer medidas restrictivas adicionales a las pactadas por el Gobierno español y las comunidades autónomas.

Así, el Consejo Asesor del LABI ha establecido diferentes limitaciones en estos 13 meses. Entre otras, el cierre perimetral de los municipios más afectados, el toque de queda nocturno, o la limitación en las reuniones sociales y reducción de aforos y horarios.