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Navidades

¿Cómo prepararnos psicológicamente para estas Navidades especiales?

Los psicólogos recomiendan ser conscientes de la situación excepcional durante estas fiestas y organizar con previsión todos los eventos para evitar frustración, ansiedad y tristeza.

Estas Navidades, también deberemos tomar medidas en la mesa. Foto: EFE
Estas Navidades, también deberemos tomar medidas en la mesa.
Estas Navidades, también deberemos tomar medidas en la mesa. Foto: EFE

Mikel Domínguez | EITB Media

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Euskaraz irakurri: Nola prestatu behar dugu burua Gabon berezien eragin psikologikoa murrizteko?

Ya están aquí las Navidades que pondrán el broche final al año de la pandemia. Y seguirá con nosotros la incertidumbre que ha estado presente durante todo 2020. No sabemos cómo las viviremos, pero sí tenemos claro lo que le faltará a estas Navidades. Con medidas sanitarias muy cambiantes, no pondremos reunirnos en grandes grupos durante las celebraciones navideñas, no haremos las típicas cenas con amigos o compañeros, no veremos a Olentzero y a los Reyes Magos desfilando por nuestra ciudad y no despediremos al año con un fiestón.

Para cuidarnos a nosotros, a nuestro entorno y al sistema sanitario, estas Navidades serán bien diferentes. Hay quien a estas fiestas de origen religioso les da gran importancia espiritual, y aunque sea a un nivel social, los cambios afectarán a toda la sociedad. No nos ha pillado de improviso, ¿pero estamos preparados? ¿Cómo deberíamos afrontar las Navidades de 2020?

Para el psicólogo de Errenteria Juan Carlos Alonso, la mejor prevención para no sufrir demasiado por las restricciones es ser consciente de la situación. "Como está pasando los últimos meses, al haber adelantado cómo serán las restricciones y al estar cada familia planificando la Navidad, tendrán menos efecto psicológico. Esto es, si nos hubieran pillado de sorpresa, serían más negativas psicológicamente", cree Alonso.

Nos toca "planificar con quién y cómo pasaremos las Navidades; este año tenemos que cambiar el chip"

De hecho, hemos tenido tiempo suficiente durante el año para aceptar que debemos reducir los contactos sociales y aumentar la distancia entre nosotros. Tampoco es que nos hayamos acostumbrado, pero no es nada nuevo. Ahora, nos toca "planificar y prever con quiénes y cómo pasaremos las Navidades", en palabras de Alonso, sin dejar las decisiones para el último momento, pues eso "nos puede causar estrés, ansiedad y quizás síntomas de depresión".

Ya sabemos que tenemos que dejar a un lado los poteos y las cenas, y los psicólogos nos recomiendan quitárnoslo de la cabeza cuanto antes. "Este año tenemos que cambiar el chip, y deberíamos renunciar a algunos deseos para hacer frente a la frustración. No pasa nada si este año pasamos las Navidades con algunas restricciones, pero cada cual tiene que hacer suya esa idea. Nos tenemos que concienciar y sentirlo de verdad", explica Alonso.

Que los mayores no se sientan alejados

Los mayores disfrutan especialmente estas fiestas viendo cómo la familia vuelve a reunirse, y no poder hacerlo este año puede tener sus consecuencias. "Como este año en la mayoría de los casos no podrán hacerlo, existe el riesgo de que la situación cree sentimientos negativos: soledad, tristeza, ansiedad… Además, muchos quizás puedan sentir que serán sus últimas Navidades, porque son muy mayores o están enfermos, y que no podrán pasarlas entre todos", explica el psicólogo. Además de asegurar las medidas sanitarias, también hay que evitar ese sentimiento de soledad, "para que sientan la cercanía, la presencia y el calor de la familia, aunque no estén en el mismo lugar físico". Por ejemplo, mediante llamadas de vídeo o acercándose hasta la puerta de casa. "El objetivo es dar la mayor cantidad posible de afectividad y que sientan toda nuestra presencia", resume Alonso.

El protocolo se va a relajar en las residencias de mayores, permitiendo las visitas de más de una persona y facilitando que los residentes vuelvan a casa. Los trabajadores y los que allí residen lo han dado todo este año, y agradecerán que la situación permita cierta flexibilidad. La psicóloga Esther Rivas, de Matia Fundazioa, conoce la situación de las residencias: "Tras lo vivido estos meses, estas fechas más que nunca cobran un mayor valor e importancia para la mayoría de las personas mayores, ya que han sido meses duros, muchos de ellos sin poder salir, y para ellos son días muy esperados".

"Habrá personas mayores que elegirán quedarse en el centro para una mayor tranquilidad"

Hay quien no quiere tomar el riesgo y priorizará la salud, aunque no será fácil. "Probablemente habrá personas mayores y sus familiares que elegirán quedarse en el centro para una mayor tranquilidad, y aunque haya sido su elección, puede ser y sería lógico que durante esos días sientan nostalgia, cierta resignación e incluso los notemos tristes y apáticos", explica Rivas.

En los últimos meses han tenido muy presentes las consecuencias de la pandemia, y las Navidades no les pillará de sorpresa. La mejor prevención será prepararse bien y hacerse a la idea. "A la mayoría no le pilla de sorpresa, aunque algunos tuvieran la esperanza de celebrar unas Navidades normales, como siempre", apunta.

Los que volverán a casa lo tendrán que hacer manteniendo la distancia, y a la vuelta deberán guardar cuarentena. Según explica Rivas, a muchos no les "compensará", y decidirán quedarse. En las residencias "se intentará 'normalizar' la celebración navideña; haciéndoles partícipes en el ambiente festivo, fomentando las relaciones entre ellos, siendo creativos en actividades e iniciativas navideñas, compartiendo más que nunca lo vivido, pero sin olvidar ni descuidar las medidas preventivas que se deben seguir manteniendo".

Capacidad adaptativa de los menores

Los protagonistas de estas fiestas son, sin duda, los niños. Ellos también percibirán la extrañeza de este año, y por eso Juan Carlos Alonso recuerda que lo más importante es mantenerles informados de lo que está pasando: "Como pasa con los adultos, para superar las situaciones desconocidas, especiales o difíciles necesitan información, pues la incertidumbre, la falta de información y la falta de seguridad también a ellos les crea ansiedad". A los niños hay que contarles cómo y con quién pasaremos la Navidad, y explicarles que todo eso será "para proteger a los abuelos, a la familia y a todos".

"A muchos adultos les afectará más que a los niños"

No pensemos, de todas formas, que estarán peor que los adultos. Según Alonso, los niños son "muy resilientes", esto es, "tienen una gran capacidad para superar las situaciones complicadas". Al fin y al cabo, las vivencias de los más pequeños van acorde con la actitud de los adultos. Los niños, en general, "se han adaptado mejor que los adultos a la pandemia", pero hay dos factores: por un lado, "la estabilidad de la situación psicoafectiva de los adultos de su entorno, es decir, que los padres reflejen estabilidad emocional, tranquilidad y seguridad o todo lo contrario", y por otra parte, la calidad de vida de la familia, esto es, las condiciones económicas, las condiciones físicas de la vivienda, etcétera".

Si los adultos se adaptan, "los niños también se adaptarán bien a estas Navidades especiales". Para Alonso, "en este sentido, a muchos adultos les afectará más que a los niños". Y es que las consecuencias de la pandemia no se van a ir de vacaciones. Seguirán entre nosotros, por lo que solo nos queda ser conscientes de lo que nos pide la situación y este aceptar que este año será diferente. Estemos preparados.

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