Sociedad -
Cambio de hora
¿Tiene el cambio horario las horas contadas?
La Unión Europea ha instado a los Estados a que elijan quedarse permanentemente en el horario de invierno o en el de verano para terminar con el cambio de hora. ¿Qué pasará en el País Vasco?
Mikel Domínguez | eitb.eus
Euskaraz irakurri: Ordu aldaketaren azken orduak?
Esta madrugada, como cada último domingo de octubre, a las 03:00 serán las 02:00. Dejaremos el horario de verano para volver al horario de invierno. Viviremos una hora antes que en los últimos meses: amanecerá y atardecerá más temprano. ¿Será el último cambio?
Todo el territorio del País Vasco, al igual que la práctica totalidad de la España peninsular y la Francia continental, está geográficamente situado en la zona horaria del meridiano de Greenwich (GMT 0). Sin embargo, nuestro huso horario es el de Europa Central (GMT +1), y además, durante el verano cambiamos los relojes para alejarnos una hora más, hasta GMT +2.
¿Y por qué cambiamos los relojes de marzo a octubre? Se trata del horario de ahorro de luz solar, que se implantó durante la Primera Guerra Mundial, "con el objetivo de mantener la producción fabril una hora más durante los meses de primavera y verano, ya que de esta forma las horas de luz se alargaban por la tarde", según explica Adrian Díez, Profesor de Geografía en la Universidad de La Rioja y la UNED. Hubo muchos vaivenes en su implantación durante el siglo XX, hasta que en los años 80 fue regulado por la Unión Europea, de manera que la mayoría de los Estados cambia sus relojes en verano.
Según José Manuel Borque, responsable del Área de Eficiencia del Ente Vasco de la Energía, el horario de verano "se implantó para obtener un ahorro en consumo de electricidad y en iluminación artificial en aquellos lugares (edificios de oficinas, colegios, viviendas…) con horarios y condiciones como ventanas al exterior o trabajos en el campo, para intentar aprovechar al máximo las horas de luz natural".
Sin embargo, con los avances tecnológicos, este ahorro queda en entredicho. Según el profesor Díez, los estudios realizados en Europa y Estados Unidos "no niegan un ahorro energético", pero aseguran que este es "mínimo, y más con el actual desarrollo tecnológico aplicado al bajo consumo en energía y edificios, por poner un ejemplo". "Algunos estudios lo estiman en 50 céntimos por persona y año, y otros lo disparan hasta los 6 euros", explica Díez.
"Si bien existe un ahorro teórico potencial, estudios recientes sostienen que el ahorro no es tan grande e importante como se suponía y que depende en gran medida de los hábitos de consumo personales. En el resto de sectores como industria y transporte, los ahorros son prácticamente inapreciables", cuenta Borque.
Los husos horarios
Hubo un tiempo en que cada gran ciudad tenía su propia hora. Fue en 1884 cuando se estableció un sistema horario estándar que llega hasta nuestros días, partiendo el planeta en 24 husos horarios diferentes. Tanto España como Francia sincronizaron sus relojes en la zona que les correspondía: GMT 0.
Las cosas cambiaron después de la Guerra Civil. "En 1940, con el objetivo de que el horario español coincidiese con el europeo, se acordó adelantar una hora, pasando al actual GMT+1 o al conocido como horario central europeo (CET) u hora de Berlín. Otros países por los que pasa el meridiano de Greenwich, como Francia o el Reino Unido, que por entonces tenían el mismo huso horario que España, hicieron lo mismo", explica el profesor Díez. Lo que parecía transitorio se quedó de manera permanente tanto en España como en Francia, "mientras que el Reino Unido volvió al GMT".
Foto: Pixabay
¿En qué influye hoy en día disfrutar de una hora más de luz solar por la tarde? Sin duda, en el ocio, lo que también influye en la economía. Díez explica que "el alargamiento de las horas de luz al finalizar el día genera una mayor disponibilidad de tiempo para el ocio, mejorando los datos en este sector. Pero también debemos tener en cuenta el consumo energético en estas actividades al final del día, tanto de los desplazamientos como en los propios establecimientos, pudiéndose reducir ese supuesto ahorro energético por el cambio de hora o incluso incrementar el consumo a niveles superiores".
Con diferentes apreciaciones en el aspecto económico, lo que sí parece claro es que, durante el verano, esa hora extra por las tardes la destinamos al ocio, lo que también puede influir en nuestra salud. Nuestro horario, en definitiva, condiciona nuestro estilo de vida, diferente en ambos extremos del continente.
"Nos levantamos y acostamos más tarde que nuestros vecinos europeos con los que compartimos huso horario", explica Díez. Esto es así porque amanece y anochece más tarde. "Si aquí entramos al trabajo sobre las 8:00", en los países europeos más al este "lo han hecho aproximadamente una hora antes". Y ocurre lo mismo al final del día. "Vamos descompasados por la sencilla razón de que tenemos el mismo huso horario pero nos encontramos notablemente más al oeste", explica.
Este desfase también afecta a la productividad. "El resto de europeos tiene la posibilidad de hacer jornadas intensivas y conciliar la vida familiar de manera más sencilla, al menos en teoría, puesto que pueden concentrar el trabajo por la mañana al levantarse antes que nosotros. ¿No resulta más sencillo para nuestra vida levantarnos a la misma hora solar que siempre, pero mirar el reloj y que sea una hora menos?", se pregunta Díez.
¿Preferimos disfrutar de una hora más de ocio por la tarde? Nuestro ánimo puede verse beneficiado. ¿O nos conformamos con una hora más de luz por la mañana? Quizás ayude a la conciliación familiar y mejore nuestras horas de sueño.
Se acabó el cambio de hora
Las cosas podrían cambiar a partir de 2021. El cambio de marzo podría ser el último en algunos países, y el de octubre, dentro de un año, el último cambio en los países que decidan quedarse en el horario de invierno. Así lo estableció el Parlamento Europeo, instando a que la Comisión Europea y los Estados miembros se coordinen. Cada país deberá elegir qué hacer con su propio horario, pero el proceso se encuentra totalmente estancado.
"Los distintos criterios que se puedan tener para adoptar esa elección de horario dependerá en cada país de los factores que más le convengan según su clima, situación geográfica, sus costumbres, sus actividades económicas más importantes...", explica Borque. En definitiva, será una decisión "particular y muy diferente" entre un Estado y otro.
Hoy en día hay tres husos horarios en la Unión Europea y el mayor desfase es el nuestro. Queda por ver la decisión que tomará cada Estado, pero el resultado puede ser un conglomerado de diferentes horarios, lo que tampoco debería ser un problema. El profesor Díez es partidario de "llevar los relojes lo más ajustados a la hora solar, siempre siendo coherentes y sobre todo prácticos con ciertas fronteras. Se ha hablado muchas veces de cambiar el horario de Galicia al GMT 0, y es cierto que se encuentra en una posición muy occidental respecto a España y Europa, pero creo que lo más adecuado sería cambiar el horario peninsular para adaptarlo a la hora solar", esto es, volver al GMT 0.
Husos horarios en el mundo. Imagen: Wikipedia
Galicia es la comunidad autónoma que más nota el desfase horario del Estado Español, hasta el punto de que el Bloque Nacionalista Galego ha pedido en más de una ocasión un huso de horario propio para Galicia, en la misma longitud que Portugal pero con una hora más. Si el Estado español decidiera extender el horario de verano a todo el año, en diciembre los gallegos no verían el Sol hasta las 10 de la mañana.
Ahora les toca a los Estados decidir. Borque resume la incógnita: "Europa va a dejar la elección a cada país por lo difícil que es. Tendrán que entrar en la discusión y reflexión entre distintos profesionales expertos en las diferentes materias a analizar".
¿Qué harán los Estados español y francés? ¿Se mantendrán en el horario de verano, permaneciendo en el desfase de dos horas con el Sol? ¿Volverán al horario de invierno, minimizando esa diferencia a una sola hora? ¿Se plantean volver al GMT 0, adoptando la hora de Londres? El Gobierno de España ya adelantó que no se planteaba el cambio de huso horario, pero no ha llegado a ninguna "resolución concluyente" sobre el cambio estacional.
Podría darse el caso, incluso, de que ambos Estados adoptaran decisiones opuestas. ¿Tendremos, entonces, que cambiar los relojes cada vez que crucemos la muga entre Hegoalde e Iparralde? Todo está por ver.