Sociedad -
Florida (EE. UU.)
Bailey rechaza que se relaten los efectos que tendría en los hijos de Ibar su muerte
El juez ha rechazado que un psicólogo relate al jurado los efectos psicológicos que puede tener su ejecución para sus dos hijos, de 7 y 12 años.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Ibarren heriotzak seme-alabengan izango lukeen eragina azaltzea eragotzi du Baileyk
El juez del caso de Pablo Ibar ha rechazado este viernes que un psicólogo relate al jurado, que debe decidir si recomienda su condena a pena de muerte o a cadena perpetua, los efectos psicológicos que puede tener su ejecución para sus dos hijos, de 7 y 12 años.
El magistrado Dennis Bailey ha celebrado, junto con las partes, una conferencia de seguimiento de la segunda parte del juicio, que comenzó el pasado 15 de mayo, en la que se ha analizado la petición de la defensa para que, en el turno de sus testigos, ofreciera su testimonio un psicólogo.
El objetivo era que explicara el efecto que tendría en los hijos de Ibar, estadounidense de origen vasco, la posible condena a la pena capital del procesado, declarado culpable el pasado 19 de enero del triple asesinato cometido en Miramar (Florida) en 1994.
El juez ha denegado la solicitud al considerar que "no es relevante" para adoptar una decisión sobre la condena que se imponga al procesado.
Además, ha prohibido que ningún testigo hable de los efectos psicológicos que una posible ejecución del encausado pueden suponer para sus familiares y allegados, según ha informado el portavoz de la 'Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar', Andrés Krakenberger.
Krakenberger, que ha vuelto a denunciar "la falta de imparcialidad" que demuestra el juez, ha destacado que su rechazo a los testigos de la defensa "contrasta fuertemente" con el hecho de que Dennis Bailey permitiera el pasado miércoles, en la única sesión desarrollada hasta ahora en la segunda fase del juicio, que testificaran seis familiares de las víctimas mortales del triple asesinato por el que se pretende condenar a Ibar.
En este sentido, ha recordado que todos ellos "pudieron hablar sobre los efectos que tuvo en sus vidas" el asesinato de sus familiares, Casimir Sucharski, propietario de un club nocturno, y las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers.
Además, ha recordado que el propio Bailey, al acabar la intervención de los testigos, advirtió a los miembros del Jurado que no debían tener en cuenta esos testimonios a la hora de determinar si se debía condenar a Pablo Ibar a muerte o no.
Por ello, en la conferencia de seguimiento, los abogados del acusado han alegado que ellos deberían "tener el mismo derecho" a que el psicólogo prestara declaración, y después el juez informase al tribunal popular, si lo estimara necesario, "que no debía tenerse en cuenta ese testimonio".