Sociedad -
Entrevista
Bea Sever: 'La transexualidad infantil ha pasado de ser impensable a ser factible'
Sever es una de las portavoces de Chrysallis Euskal Herria, la asociación de familias de menores transexuales que a partir de hoy se congregará en una nueva agrupación.
Eider Garaikoetxea | EiTB.EUS
Euskaraz irakurri: Bea Sever: 'Haur transexualitatea pentsaezina izatetik pentsagarri izatera igaro da'
Bea Sever es miembro de la asociación de familias de menores transexuales Chrysallis Euskal Herria. Charlamos con ella sobre el nuevo proyecto en el que se han embarcado, sobre la fiesta de presentación de este sábado y sobre las necesidades y carencias que tiene el colectivo.
1. Habéis detectado una necesidad de cambio, de "reestructurar" el proyecto. ¿Cuándo y por qué tomasteis la decisión de crear una nueva asociación?
En el día a día teníamos muy poca relación con la asociación estatal de Chrysallis. Nosotros trabajamos con las instituciones de aquí, y como varias competencias están transferidas, no tenemos la necesidad de mirar a Madrid. Además, al pasar de ocho a 100 familias, ya habíamos creado nuestros grupos y formas de trabajo para darles atención por lo que no tenía demasiado sentido pagar la cuota en Madrid y luego trabajar aquí. La decisión la tomamos para poder trabajar con más efectividad, hace unos dos meses.
2. ¿Cuándo eclosionó Chrysallis Euskal Herria?
Ha sucedido todo poco a poco, pero cuando hemos salido más en los medios es cuando más familias se han acercado. Por ejemplo, cuando hicimos la campaña de las marquesinas o tras la muerte de Ekai… Fue en febrero, y en marzo tuvimos 10 familias nuevas; en abril, otras 10; en mayo, otras tantas, y en junio... Ha sido imparable. En noviembre, tuvimos cinco familias nuevas cada semana. Cuando salimos en los medios notamos que más familias identifican lo que tienen en casa.
3. Este 26 de enero haréis una 'fiesta' en el Teatro Principal de San Sebastián para presentar el nuevo nombre y logo. ¿Podrías adelantarnos algo?
Habrá caras conocidas, y el ambiente será festivo, tendremos de todo: humor, espectáculos, canciones, sorpresas... Proyectaremos un audiovisual para repasar la trayectoria de estos cuatro años, y otro, que esperemos que se convierta en viral, en el que han participado caras conocidas junto con nuestros hijos e hijas.
También vamos a presentar nuestra nueva web, creemos que será muy potente. Hemos querido reflejar todo el conocimiento que hemos ido recopilando durante estos cuatro años. Respondemos a las preguntas más frecuentes, y además, hemos reunido en una sección las vivencias de varias familias: con imágenes y testimonios de los propios niños y niñas y sus familias.
4. Habéis logrado mucho en estos cuatro años. ¿Qué destacarías?
Señalaría sobre todo que hemos sido capaces de dar apoyo emocional, recursos e información a esas 100 familias. Hemos tejido una red familiar.
Por otra parte, hemos pasado de una realidad en la que la transexualidad infantil y juvenil era impensable a ser algo factible; de ser algo que no existía, hemos pasado a ser algo que por lo hemos se ha oído.
Además, hemos avanzado con algunas instituciones. En Educación, por ejemplo, hemos conseguido que se active un protocolo cada vez que se presente un caso de transexualidad. El profesorado recibe formación ad hoc y hay material didáctico para trabajarlo en el aula. Nos gustaría que esa formación sería integral, es decir, que no se espere hasta que aparezca un caso, que todos los profesores reciban la formación, haya o no haya casos en el centro. Al final, si de cada 1.000 nacimientos en uno no coincide el sexo de la persona con el sexo asignado, hay que pensar que en todos los colegios alguna vez habrá un caso. El profesorado tiene ganas de recibir esa formación, pero no se le da.
En la Sanidad pasa lo mismo. En la carrera de Medicina no se trata el tema. Los profesionales no tienen recursos, ni formación, pero tienen ganas de aprender.
Hemos sido nosotros los que hemos estado formando, dando recursos, ofreciendo charlas, cursos de preparación, asesoramiento a psicólogos, médicos, profesores y en general, a toda la gente que nos lo ha demandado.
Hemos avanzado mucho, pero queda trabajo por hacer.
5. También habéis percibido mayor sensibilidad y conocimiento por parte de la sociedad...
Sí, aquí la mayoría ha oído hablar del tema, saben que existe. Sin embargo, el conocimiento no es muy profundo, todavía se mezcla la orientación sexual —quién me gusta— con la identidad sexual —quién soy—. Pero bueno, por lo menos se conoce el tema.
6. En la actualidad sois 100 familias de Hegoalde. ¿Tenéis pensado dar el salto a Iparralde?
Bueno de esas 100 familias una es de Irun pero la hija va a la escuela en Hendaia, y luego también tenemos otra que vive en Pamplona pero que tiene nacionalidad francesa. Sí, estamos moviendo el tema, y veremos. Poco a poco. En Francia no hay ni una ley al respecto.
7. ¿A nivel normativo hay mucha diferencia entre las tres administraciones?
En Navarra estamos muy bien. La ley de 2016 es muy buena, de las mejores del Estado. La atención sanitaria es muy buena, y a nivel educativo también se está trabajando muy bien.
En Euskadi ambicionamos precisamente eso: renovar la ley 2012, que ha quedado totalmente desfasada. En febrero del año pasado presentamos en el Parlamento Vasco el borrador de la nueva ley. Desde entonces solo hemos tenido una reunión, estamos a la espera. Sin embargo, parece que va a ser una negociación difícil, ya que en la contrapropuesta nos dijeron que no tenían intención de quitar psiquiatría. Aunque esperamos lograrlo, en el Estado todas las leyes que han salido han sido mejores a la anterior.
En Francia no hay ley. Nadie sabe cómo actuar, y se funciona sobre la marcha, dependiendo de la voluntad de cada uno. Además, casi no hay información al respecto.
8. ¿Cuáles son los retos de cara al futuro?
En 2016 logramos aprobar una ley muy potente en Navarra, conseguimos hacer realidad casi todos nuestro objetivos. Después se creó la unidad Transbide, en la línea de la referencia catalana Trànsit. Las familias navarras están muy contentas. Queremos lograr eso en Euskadi, y para eso hay que renovar la ley de 2012, que en su momento fue pionera pero ahora está desfasada. En ella se dice que el objeto de la ley serán las personas que hayan certificado su situación de transexualidad a través de los informes psiquiátricos. La ley tiene una base patologizante, y hay que despojarse de eso. Habría que quitar psiquiatría de en medio y tratarlo desde otro punto de vista.
En Educación ambicionamos una formación integral.