Sociedad -
En Marrakech
Más de 150 países aprueban el pacto migratorio de la ONU
Sin embargo, varios países, entre otros, EE.UU, Italia, Bulgaria, Austria, Hungría, Polonia o Israel se han negado a rubricar el documento y ni siquiera han asistido a la cita.
EFE
Euskaraz irakurri: 150 herrialdek baino gehiagok izenpetu dute NBEren migrazio-ituna
El pacto migratorio mundial elaborado por Naciones Unidas (ONU) ha sido rubricado este lunes en Marrakech (Marruecos) en medio de numerosas ausencias de países receptores y la baja representatividad de los otros países que sí han apoyado el primer documento mundial en la materia.
El documento se compone de 23 objetivos y es el primero sobre este fenómeno que ofrece un marco de cooperación para gestionar mejor la migración a nivel local, nacional e internacional, así como identifica las mejores acciones en la materia.
Países que son sobre todo receptores de emigrantes (Estados Unidos, Australia, Italia, Bulgaria, Austria, Hungría, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Suiza, Estonia, Lituania, Israel o la República dominicana) no han refrendado el pacto y no han asistido a la cita de Marrakech, un hecho que compromete la relevancia del evento.
Los principales argumentos que avanzan estos países es que el acuerdo, pese a su carácter no vinculante, puede generar compromisos políticos en detrimento de la soberanía de los Estados; además de que no establece una diferencia entre migrantes regulares e irregulares.
Las retiradas comenzaron el año pasado con Estados Unidos que se desmarcó del proceso de elaboración del pacto —consensuado en junio de 2017 tras 18 meses de intensas negociaciones— con el argumento de que contiene cláusulas que no son acordes con la política migratoria del presidente Donald Trump.
Según los organizadores de la cumbre de Marrakech, más de 150 países miembros de la ONU han asistido a la cumbre de Marrakech pero con diferentes grados de representatividad, de los que se destaca la presencia de al menos dos jefes de Estado africanos y algunos líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, o el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, entre otros, además del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El pacto migratorio, pese a no ser vinculante, genera rechazo y división interna dentro de los países que lo van a rubricar: en Bélgica, los nacionalistas flamencos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) se retiraron este sábado de la coalición gubernamental debido a que el primer ministro, Charles Michel, va a acudir a Marrakech para rubricar el texto, con lo que a su regreso a Bruselas deberá acometer una remodelación gubernamental.
En Francia —que será representada en la cita de Marrakech por el secretario de estado de Asuntos extranjeros Jean-Baptiste Lemoyne— los ultraderechistas pidieron al presidente francés no avalar el Pacto.
Argumentos de la ONU
Frente al creciente rechazo al acuerdo, la ONU reitera que el documento no impone ninguna obligación a los países y que no es ni favorable ni contrario a la migración.
"La migración es una realidad, no es ni mala ni buena", defendía la pasada semana la alta representante para las Migraciones de Naciones Unidas, la canadiense Louise Arbour, subrayando que lo importante es que los países trabajen juntos para gestionar mejor un fenómeno global al que no pueden responder en solitario.
Según cifras de la Organización Internacional para la Migración (OIM), hay más de 258 millones de migrantes en el mundo, lo que representa el 3,4 % de la población; una cifra que irá creciendo como resultado de la globalización, la creciente conectividad a través de comunicaciones y transporte, los desequilibrios demográficos y el cambio climático, entre otras razones.