Sociedad -
Cambio climático
Los Pirineos perderán la mitad de su nieve para 2050
Un informe realizado por más de 100 expertos concluye que la temperatura media ha aumentado 1,2 grados en los últimos 50 años, un 30 % más que la media mundial.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Pirinioetako elurra erdira murriztuko da 2050erako
El aumento de 1,2 grados en la temperatura media de los Pirineos durante los últimos 50 años hace prever que la cordillera pierda la mitad de su nieve antes de 2050 y, si no se actúa antes, incluso el 80 % antes de finales de siglo.
Es una de las principales conclusiones que se ha dado a conocer este lunes con motivo de la presentación del informe "El cambio climático en los Pirineos: impacto, vulnerabilidades y adaptación", que han redactado más de 100 expertos de Euskal Herria, Cataluña, Aragón, Aquitania, Occitania y Andorra para el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC).
El panorama es desalentador habida cuenta del aumento de temperatura media en la gran cordillera, que ha sido de 1,2 grados durante los últimos 50 años. La media mundial ha sido de 0,85 grados más, por lo que el calentamiento de los Pirineos viene a ser un 30 % más acusado.
El coordinador del estudio, Juan Terrádez, ha señalado en el acto de presentación del informe que la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y ha expresado sus dudas de que a finales de siglo "queden muchos glaciares" en la cordillera.
Ha destacado, además, la "escasez y variabilidad" de la disponibilidad hídrica como uno de los problemas socioeconómicos más importantes derivados del cambio climático en los Pirineos, ya que se reduce el agua disponible para la generación de energía hidroeléctrica y para los cultivos de secano, que se ven más afectados por las plagas.
Además, la mayor variabilidad del clima provoca un incremento de los riesgos naturales, como deslizamientos de tierras, desprendimientos, aludes, inundaciones e incendios forestales, así como episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
La situación es "grave"
Terrádez también ha explicado que una de las consecuencias más relevantes para la fauna y flora de la región es "la falta de sincronía" entre especies que dependen las unas de las otras, como los insectos polinizadores y las plantas.
La coordinadora del Observatorio, Idoia Arauzo, ha tildado de "grave" la situación actual en el Pirineo y ha reclamado una "actuación urgente" e "incorporar el cambio climático en las políticas", porque "está sucediendo a una velocidad muy rápida". Los Pirineos tienen "fiebre" y "es un síntoma de que algo está pasando", ha apuntado Arauzo.
El centenar de científicos que forman parte del proyecto han determinado que los principales desafíos a los que se enfrentarán los Pirineos durante los próximos años son preparar a la población ante los extremos climáticos; reforzar la seguridad ante riesgos naturales; acompañar a los actores del territorio ante las sequías; y asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.
Asimismo, este territorio deberá aprender a mantener su atractivo turístico; enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades; anticipar los cambios irreversibles en el paisaje; tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas; adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía y enfrentarse a la propagación de enfermedades, parásitos y especies invasoras.