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Feminismo
Agentes sociales, instituciones y partidos políticos censuran las palabras de Munilla
El Movimiento Feminista considera "intolerable" que la Iglesia "se siga metiendo con la vida, la salud y el cuerpo" de la mujer. El Gobierno Vasco ve "incomprensible" la declaración de Munilla.
Agencias
Euskaraz irakurri: Munillaren adierazpenak kritikatu dituzte gizarte eragileek, erakundeek eta alderdiek
El Movimiento Feminista de Bizkaia ha considerado este martes "intolerable" que la Iglesia "se siga metiendo con la vida, la salud y el cuerpo" de la mujer, tras las declaraciones de este pasado lunes en su programa 'Sexto continente' de Radio María del obispo de Donostia-San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, que consideraba "curioso cómo el demonio puede meter un gol desde sus propias filas" al feminismo, "que al asumir la ideología de género, se ha hecho una especie de harakiri".
En la rueda de prensa de la presentación de los actos convocados para la huelga del 8 de marzo, este colectivo ha señalado que la Iglesia "es una institución que forma parte de ese sistema heteropatriarcal que continuamente nos dice a las mujeres lo que tenemos que hacer".
El Gobierno Vasco ve "incomprensible" la postura de Munilla
El Gobierno Vasco considera que la declaración de Munilla es "incomprensible, desafortunada e inoportuna".
"Dudo seriamente de que alguien en la sociedad vasca pueda comprender su sentido, alcance y contenido, pero dudo también seriamente de que incluso sea compartido de manera generalizada en el seno de la comunidad eclesial", ha dicho el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno.
Olano dice que las palabras de Munilla están "fuera" de lo que piensa "la mayoría" de Gipuzkoa
El diputado general guipuzcoano, Markel Olano, ha opinado que las afirmaciones del obispo están "fuera" de lo que piensa "la mayoría" de la ciudadanía de Gipuzkoa.
El diputado general ha indicado que los titulares que han aparecido hacen referencia a "conceptos y modos de apreciar la realidad que están absolutamente fuera de lo que es en este momento el territorio de Gipuzkoa y se sitúan fuera de lo que en este momento piensa la mayoría de la gente del territorio" histórico.
Aburto cree que Munilla "ha patinado"
El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha considerado que el obispo de Donostia-San Sebastián "ha patinado de manera importante" y ha advertido de que, a su entender, "eso no es lo que debe hacer un obispo de un territorio".
Aburto ha afirmado que no se siente "en absoluto" representado" por las palabras de José Ignacio Munilla. "Una vez más, este hombre, que tiene a la propia iglesia guipuzcoana muy dividida, ha patinado de manera muy importante, y eso no es lo que debe hacer un obispo de un territorio", ha señalado.
Goia cree que la reflexión de Munilla es "anacrónica"
Por su parte, el alcalde de Donostia-San Sebastián, Eneko Goia, ha calificado de "absolutamente anacrónica" y "fuera de lugar" la declaración realizada por el obispo.
Goia ha considerado que "es vivir en otro mundo". "Es absolutamente anacrónico, fuera de lugar", ha remarcado el alcalde, quien se ha mostrado convencido que las palabras de un "representante de una Iglesia" no afectan "al común de los mortales", a los que "les podrá parecer mejor o peor".
PSE-EE: “Munilla banaliza la desigualdad y demuestra gran insensibilidad”
El líder del PSE-EE de Gipuzkoa, Eneko Andueza, ha dicho que las palabras de Munilla "banalizan la desigualdad contra la que luchan las mujeres y demuestran una gran insensibilidad ante los problemas que éstas sufren".
Para Andueza, las opiniones de Munilla "están fuera de la realidad social" y que hablar del diablo, como hizo al decir que "es curioso cómo el demonio puede meter un gol desde las propias filas" al feminismo", es "propio de la Edad Media".
Ezker Anitza-IU dice que Munilla "tiene miedo a las mujeres"
La coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa, Arantza González, ha asegurado que el obispo "tiene miedo a las mujeres y al movimiento feminista que las ha empoderado".
Estas palabras representan, según González, "la reacción de un hombre con miedo a que las mujeres dejen de estar subordinadas a la jerarquía eclesiástica, que pretende que estén subyugadas al único papel de madres y cuidadoras".