Sociedad -
Violación grupal de San Fermín
El tribunal acepta como prueba un espionaje realizado a la víctima de la violación
El juzgado admite como estrategia de defensa el espionaje ordenado por el abogado de tres de los acusados.
eitb.eus
Euskaraz irakurri: Epaileak frogatzat onartu du bortxatutako neskari egindako espioitza
La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, que juzga desde este lunes la violación grupal a una joven madrileña en los sanfermines de 2016, ha admitido como prueba el espionaje realizado a la víctima por detectives privados contratados por el abogado de tres de los acusados, según ha informado ETB.
Varios medios apuntan a que la víctima de la violación fue espiada durante unas vacaciones con su familia y amigos cercanos.
Los detectives privados espiaron sus redes sociales e incluso llegaron a llevar a cabo seguimientos en persona.
Aunque en el proceso judicial no se juzga a la víctima, sino a sus cinco presuntos violadores, el tribunal ha aceptado esta estrategia de defensa de sus abogados.
El mismo tribunal ha rechazado admitir como prueba los antecedentes del grupo de acusados relacionados con otra agresión sexual que supuestamente cometieron con anterioridad en Andalucía, y también varias conversaciones telefónicas.
La víctima de la violación múltiple ha declarado este martes en el juzgado, donde ha ratificado que fue violada por los cinco acusados.
La joven ha tenido que viajar a Pamplona desde Madrid para declarar, ya que el tribunal rechazó la petición de su abogado de hacerlo por videoconferencia.
Durante su estancia en el tribunal, la víctima no se ha cruzado con los acusados, que han seguido su declaración desde otra estancia por vídeo, y tampoco ha sido obligada a ver los vídeos de la violación, debido a que ninguna de las partes lo ha reclamado.
También ha declarado la pareja de jóvenes que se encontró a la joven llorando en un banco aquella madrugada, cerca del portal donde ocurrió la violación, y dio aviso a SOS Navarra.
Ya ayer, en la primera sesión, se resolvieron las cuestiones preliminares, y los cinco acusados se declararon "inocentes" del delito continuado de agresión sexual y contra la intimidad.
Cuatro de ellos además negaron el delito de robo con intimidación, mientras que el guardia civil reconoció que había "sustraído" el teléfono móvil de la víctima.
Los cinco están imputados por un delito continuado de agresión sexual, otro contra la intimidad y un tercero por robo con intimidación, por los que la Fiscalía pide 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno.
Está previsto que el juicio se prologue hasta el día 24 a puerta cerrada para preservar la intimidad de la chica, que pide para los procesados 24 años y 9 meses de cárcel, mientas que las acusaciones populares solicitan más de 25 años.