Araba sin Garoña llevará el caso de la central a Europa

El colectivo Araba sin Garoña ha anunciado este jueves que intentará que la Unión Europea supervise e investigue el proceso para la posible reanudación de la actividad de la central nuclear burgalesa al considerar que su reapertura supondría un peligro para la población.

Esa asociación que lleva años luchando para que se cierre definitivamente Garoña, situada a 40 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, ha denunciado hoy que Endesa e Iberdrola pretendan reabrir las instalaciones, cerradas provisionalmente desde diciembre de 2012.

El pasado lunes el presidente de Endesa, Borja Prado, anunció que se iba a solicitar la licencia de operación para Garoña, cuya gestión comparte con Iberdrola a través de la sociedad Nuclenor.

El 6 de julio es la fecha tope para poder solicitar el alargamiento de la vida útil de la central sin tener que pedir una nueva licencia.

El portavoz de Araba sin Garoña, Alberto Frías, ha tachado este anuncio de "descabellado" por los graves problemas estructurales que padece esta central de primera generación que se puso en funcionamiento en 1971.

Frías ha adelantado que la asociación de la que forma parte "intentará mover" que Europa supervise este proceso porque, según ha dicho, las pruebas de esfuerzo a las centrales nucleares que planteó la UE conllevaban una serie de medidas que "no harían posible la reapertura de Garoña".

Ha explicado que una organización social puede enviar un informe, en este caso sobre Garoña, a la comisión europea correspondiente y este órgano sería el que tendría que decidir si crea o no una comisión de investigación.

Por otra parte Frías ha celebrado que el Tribunal Supremo haya aceptado a trámite el recurso de las Juntas Generales de Araba contra el real decreto que posibilita la reapertura de la central.