Política -
Concentración en Nochevieja
La quema de fotos del rey o los muñecos de Puigdemont y Abascal, precedentes a la piñata de Pedro Sánchez
La Policía Nacional ha citado este miércoles para tomar declaración al convocante de la protesta de Nochevieja frente a la sede del PSOE en Ferraz. El convocante de la protesta había sido citado para este martes, aunque finalmente se ha pospuesto su toma de declaración.
EITB Media
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La quema de fotos del rey Juan Carlos I en 2008 o la de un muñeco del expresidente catalán Carles Puigdemont en 2019 son algunos de los casos que preceden al apaleamiento que tuvo lugar la pasada Nochevieja a una piñata que simulaba al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) fijó en 2018 que quemar fotos no puede considerarse una manifestación de un discurso de odio, sino que se encaja en la libertad de expresión en los casos en los que se trate de una crítica política.
Estrasburgo se pronunció de esta manera al condenar a España a indemnizar a los jóvenes catalanes Jaume Roura Capellera y Enric Stern Taulats, quienes habían sido condenados por la Audiencia Nacional a 15 meses de prisión en 2008 por un delito de injurias a la Corona --una pena que fue sustituida por una multa de 2700 euros-- por quemar una foto de los reyes tras una manifestación en Girona (Cataluña).
El TEDH consideró desproporcionada la pena al entender que los hechos se enmarcaban en el debate político y que instituciones como la Corona no están exentas de la crítica política. Según explicó entonces, la libertad de expresión solo excluye las conductas que propaguen, inciten o justifiquen el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo u otras formas de odio basadas en la intolerancia.
Tras analizar aquel caso, el tribunal europeo concluyó que la intención de los condenados no era incitar a la comisión de actos de violencia contra la persona del rey, sino un acto de expresión de "insatisfacción y protesta".
En 2019, un año después de que se pronunciara el TEDH, tuvo lugar en Coripe (Sevilla) una manifestación en el marco de la festividad local de la 'Quema de Judas' en la que se quemó y fusiló un muñeco que representaba al expresidente catalán Carles Puigdemont.
La Generalitat de Cataluña presentó una denuncia, pero la Fiscalía Provincial de Sevilla archivó las diligencias al considerar que los hechos no constituían un delito de incitación al odio ni una discriminación por motivos ideológicos.
En 2023, sin embargo, un juzgado de lo penal de Castellón sí vio delito en la actuación de un hombre que en 2020 colgó de un árbol un muñeco con la cara del líder del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, que tenía manchas rojas simulando disparos.
Aunque le absolvió del delito de incitación al odio, le condenó a ocho meses de prisión por un delito de amenazas. Contra esta decisión cabía recurso ante la Audiencia Provincial.
No obstante, los hechos que tuvieron lugar la pasada Nochevieja en Madrid aún no se han judicializado. De momento, el PSOE no ha presentado acciones legales y en los tribunales no se ha abierto ninguna investigación.
En ese sentido, la Policía Nacional ha citado este miércoles para tomar declaración al convocante de la protesta de Nochevieja frente a la sede del PSOE en Ferraz, según han informado fuentes policiales. Las fuentes policiales han indicado que el convocante de la protesta de "las uvas en Ferraz" había sido citado para este martes, aunque finalmente se ha pospuesto su toma de declaración en sede policial para este 3 de enero.
Fuentes de la Delegación del Gobierno español en Madrid han señalado que dicha protesta fue comunicada por un particular, sin que en dicha comunicación constara su vinculación con ninguna entidad o plataforma. Revuelta, una organización juvenil en la órbita del partido de ultraderecha Vox, anunció y retransmitió la concentración desde los perfiles de sus redes sociales.