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Urkullu, 12 años de moderación y equilibrio político
Urkullu recuperó la Lehendakaritza para el PNV, tras una legislatura a manos de Patxi López (PSE-EE). En sus tres mandatos, el diálogo y la recuperación económica han sido algunos de los ejes principales de su acción.
IKER GÓMEZ | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Urkullu, moderazioa eta oreka politikoa 12 urteko agintaldian
Iñigo Urkullu (1961, Alonsotegi) deja atrás tres legislaturas y doce años al frente del Gobierno Vasco. El diálogo, la capacidad para llegar a acuerdos, el autogobierno y la recuperación económica han sido algunos de los ejes de sus tres mandatos.
Llegó a Ajuria Enea en un momento singular para el PNV, ya que suponía recuperar la lehendakaritza tras tres años de gobierno PSE-EE-PP con Patxi López al frente. Al frente de las planchas jeltzales, Urkullu tomó el relevo de Juan Mari Ibarretxe.
En aquella primera legislatura (2012-2016), a Iñigo Urkullu le tocó gestionar la época post-ETA y los coletazos de la fuerte crisis económica de 2008, entre muchos otros asuntos. Al principio, tuvo que afrontar el mandato en solitario. No logró sacar adelante los presupuestos de 2013, pero, gracias a un primer pacto con el PSE-EE de Patxi López, tras años de desencuentros con los socialistas, logró la estabilidad suficiente para llevar a cabo una primera legislatura con 34 leyes aprobadas.
Reelegido lehendakari en 2016, logró un acuerdo de coalición con el PSE-EE de Idoia Mendia. Gobernaron en minoría, pero gracias a acuerdos puntuales con todas las formaciones representadas en el Parlamento Vasco, logró culminarla. Y es que, durante sus tres mandatos, el diálogo y el acuerdo con diferentes han sido una de sus piedras angulares.
El final de esta segunda legislatura fue abrupto para el lehendakari. Tuvo que gestionar el derrumbe del vertedero de Zaldibar, y, pocas semanas después, afrontar la mayor pandemia de las últimas décadas. Iñigo Urkullu fue el primer gobernante autonómico en declarar la Emergencia Sanitaria.
En plena pandemia, en verano de 2020, juró su cargo por tercera vez, con un complicado objetivo: sacar adelante una economía vasca lastrada por los efectos de la pandemia. Durante este tercer mandato, Urkullu también ha tenido que capear los efectos de la guerra de Ucrania, la crisis energética, o los conflictos laborales en Osakidetza y en la Ertzaintza. En esta ocasión, el pacto PNV-PSE-EE le ha permitido gobernar con mayoría absoluta, aunque no ha renunciado al diálogo y los pactos con todos los partidos a excepción de Vox.
Autogobierno, diálogo y nuevas competencias
En este periplo de doce años, el autogobierno ha sido uno de los ejes principales de su acción. Ha trabajado por un nuevo estatus y una consulta popular, y en innumerables ocasiones, ha tenido que reclamar a los Gobiernos españoles que cumplan el Estatuto de Gernika.
En estos últimos años, el Ejecutivo vasco ha logrado once nuevas competencias en estos y ha ampliado el Concierto Económico y renovado la Ley de Cupo.
En la era de Mariano Rajoy, con el que se reunió en numerosas ocasiones, la relación se estancó, principalmente, por los recursos que el Gobierno español presentó contra distintas leyes aprobadas en Euskadi. Con Rajoy, no se produjo ningún traspaso de competencias. Con Pedro Sánchez, en cambio, la relación ha sido más fluida, y se han logrado once nuevas competencias en solo cinco años (entre ellas la de Prisiones), aunque, en más de una ocasión, el lehendakari se ha quejado de incumplimientos de lo hablado con Moncloa.
El procés
Defensor a ultranza del autogobierno, Urkullu siempre ha rechazado avanzar en él por la vía unilateral. En este sentido, el lehendakari medió entre Mariano Rajoy y Carlos Puigdemont durante el procés, lo que llevó al lehendakari a declarar ante el Tribunal Supremo como testigo, lo que enfrió su relación con el entonces president.
Los números
A pesar de las constantes crisis económicas que ha tenido que capear en estos doce años, su gestión ha logrado reducir a menos de la mitad el paro que se encontró en 2012 (del 16,3% al 7,5%), ha aumentado el PIB y la cifra de exportaciones, y la inversión pública supera por primera vez los 2.000 millones de euros.
Su vida privada
La seriedad, el rigor y la discreción son parte del carácter de Iñigo Urkullu, un político muy celoso de su vida privada. Casado y con tres hijos, decidió no instalarse en Ajuria Enea para vivir en Durango con su familia (es el primer lehendakari que lo hace). Es aficionado a la música, y toca el txistu. No bebe alcohol y valoró ser sacerdote. Fue defensa central en el Larramendi, y el padre de su mujer, Eneko Arieta-Araunabeña, fue delantero del Athletic.
A la política llegó siendo muy joven. Entró a EGI (juventudes del PNV) en 1977, y en solo tres años ya era dirigente de la organización. Dio su primer mitin en 1983, en Aixerrota, ante 150.000 personas, y su primer cargo público fue como Director de Juventud en la Diputación Foral de Bizkaia. Con solo 29 años, llegó a la presidencia del Bizkaia Buru Batzar, y siete años después relevó a Josu Jon Imaz como presidente del EBB.