Política -
Audiencia Nacional
Txapote se niega a declarar en el juicio por el asesinato de Buesa
La Fiscalía pide 105 años de cárcel para el exjefe militar de ETA Javier García Gaztelu por el atentado perpetrado en febrero de 2000 contra el portavoz del PSE.
Redacción
El exjefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional acusado de ordenar el atentado que causó la muerte al portavoz del PSE en la Cámara vasca Fernando Buesa y su escolta, en febrero de 2000 en Vitoria.
"Txapote" se ha negado a declarar porque no reconoce la legitimidad del tribunal . El acusado ha mantenido un breve enfrentamiento verbal con la magistrada de la Audiencia Nacional Ángela Murillo.
Diego Ugarte, Asier Carrera y Luis Mariñelarena, los tres miembros de ETA condenados por el asesinato del dirigente socialista Fernando Buesa y su escolta, que han declarado como testigos en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, han reconocido que durante la tregua decretada por ETA en 1998 y rota en diciembre de 1999 recopilaron informaciones sobre posibles objetivos "por si se rompía en un futuro".
Según el fiscal, Daniel Campos, "Txapote", como responsable de los comandos, ordenó asesinar a Buesa y su escolta Jorge Díez dentro de la campaña que ETA inició tras romper la tregua en diciembre de 1999 contra los miembros del Partido Socialista en Euskadi, por lo que ha pedido para él 105 años de cárcel y que indemnice a los hijos del político con 500.000 euros y con la misma cantidad a los del escolta.
Los tres testigos han admitido que durante el alto el fuego elaboraron informaciones sobre objetivos contra los que atentar y, en concreto, Ugarte ha asegurado que, pese a que tenían "la obligación de parar cualquier acción ofensiva", no dejaron de recabar datos "por si se rompía en un futuro", aunque no ha sabido decir si se lo ordenó ETA.
Según el fiscal, el comando intentó acabar con la vida de Buesa hasta en tres ocasiones, aunque no pudieron ejecutar la acción "por diversas circunstancias ajenas a su voluntad" hasta que el 22 de febrero de 2000 hicieron estallar un coche-bomba por donde pasaba el político habitualmente, lo que causó su muerte, la de su escolta ehirió a otras dos personas.
Para el fiscal, ha quedado acreditado que la "macabra elección de qué familias iban a vestir de luto" le correspondió a "Txapote", y ha subrayado que existe prueba suficiente de que el exjefe de ETA fue el que pidió.