Unamuno, Arnanz y Ramírez de Alda salen de prisión con el tercer grado

Tras pasar más de mil trescientos días en prisión,  Adur Ramirez da Alda, Jokin Unamuno y Oihan Arnanz, tres de los nueve condenados en el 'caso Alsasua', han abandonado la prisión de Zaballa después de haber obtenido el tercer grado penitenciario.  

Desde primeras horas de la mañana familiares y amigos se han congregado en los alrededores de la cárcel para esperar la salida que se ha producido en torno a las 09:15 horas.

Antton Ramírez de Alda, el padre de Adur, se mostraba "contento" porque la libertad "está cada vez más cerca", pero subrayaba que la "injusticia de este caso" es irreparable.

Unamuno, Arnanz y Ramírez de Alda  son los que recibieron las mayores condenas de entre ocho años y medio y nueve años y medio de cárcel. A partir de hoy, deberán regresar a prisión a dormir entre semana.

Junto con Iñaki Abad y Aratz Urrizola, que obtuvieron esta situación carcelaria el pasado diciembre, son ya cinco los jóvenes de Alsasua que han obtenido el tercer grado. Por su parte, continuarán en segundo grado dos condenados, Joan Ander Cob y Julen Goikoetxea.

Altsasuko Gurasoak dice que "seguirán luchando" por los dos jóvenes que siguen en prisión:

Entrevistados en las inmediaciones de Zaballa, los padres de Ramírez de Alda y Arnanz han dicho que, "aunque hoy es un día para disfrutar", a partir de mañana volverán a seguir luchando para conseguir la plena libertad de todos los encarcelados. "Es es momento que estamos esperando desde el minuto uno de toda esta pesadilla", han dicho.

Han agradecido la "solidaridad que han recibido a todos lo niveles" porque, aseguran, gracias a ello han conseguido que la pena impuesta a sus hijos sea "menos dura".

Preguntados sobre cómo se encuentran los jóvenes, han señalado que "las sensaciones son muy fuertes". "Tras estas paredes hay un mundo, nos decían por teléfono", han añadido.

Sentencia

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a penas que oscilan entre los dos y 13 años de prisión a los ocho acusados de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en la localidad navarra de Alsasua el 15 de octubre de 2015.

El tribunal les atribuye los delitos de atentado a los agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas, pero no considera que deban ser penados por los delitos terroristas que pedían la Fiscalía y las acusaciones populares y particulares al entender que "no ha quedado plenamente acreditado la finalidad terrorista de su acción y tampoco su vinculación o pertenencia a ETA".