Rubalcaba, el ministro del Interior que vivió el fin de la violencia de ETA

Alfredo Pérez Rubalcaba renunció a su escaño como diputado el 2 de septiembre de 2014, momento en que dejó la política tras una carrera incombustible. El histórico dirigente socialista había ocupado cargos de responsabilidad en todos los gobiernos del PSOE hasta ese momento. Desde que dijo adiós a la política, en los últimos cinco años, se ha dedicado a impartir clases en la facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid.

El cántabro, que fue secretario general del PSOE y ministro del Interior, no ha podido ver la resolución de las elecciones europeas del 26 de mayo. Fueron otras elecciones europeas, las del 25 de mayo de 2014, las que, tras los peores resultados de su partido hasta el momento, le hicieron tomar la decisión de dejar la vida política.

Fallecido con 67 años, Rubalcaba deja una carrera de 40 años en las filas socialistas. Nació en Solares (Cantabria) en 1951 y se doctoró en Ciencias Químicas. Antes de llegar a la política trabajó como profesor en la Complutense de Madrid, adonde volvió en 2014.

Casado con la química vasca Pilar Goya y sin hijos, Rubalcaba deja en su currículum nueve años como ministro, cinco legislaturas como diputado y, además, experiencia como velocista (hizo los 100 metros lisos en 10,9 segundos, a 5 décimas de récord) y un doctorado en Químicas. Además del atletismo, entre sus aficiones también estaban la novela negra, el mus, la música clásica y el Real Madrid.

Se afilió al PSOE con 23 años, y catorce años después fue nombrado secretario de Educación. Cuatro años después, ocupó la cartera de Educación y Ciencia durante dos ejercicios. No en vano, el histórico socialista fue pieza clave en los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

Como máximo responsable de Educación, promovió algunas leyes educativas como la Ley de Reforma Universitaria (LRU), la Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo (LOSE) y la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE)

Felipe González confió en Rubalcaba como ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, cargo que ocupó entre 1993 y 1996, año en el que el PSOE perdió las elecciones generales ante José María Aznar. Un año más tarde, el Congreso del PSOE lo eligió miembro de la Ejecutiva y secretario de Comunicación. Él fue la cabeza visible de la delegación del PSOE que firmó con el PP el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, a finales del año 2000.

En el 35º Congreso del PSOE, que encumbró a Zapatero, Rubalcaba optó por José Bono, pero acabó convirtiéndose en la mano derecha del nuevo líder de los socialistas y, de hecho, tuvo un papel clave en la campaña electoral de 2004, hasta el día antes de la cita electoral.

En plenas protestas contra el PP para reclamar la verdad sobre la autoría de los atentados del 11-M, Rubalcaba proclamó la conocida frase "Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta". Tras la victoria del PSOE, Rubalcaba se convirtió en el portavoz de su grupo en el Congreso.

En abril de 2006 tomó el relevo a José Antonio Alonso al frente de la cartera de Interior. A él le tocó gestionar el alto el fuego de ETA decretado en marzo de 2006, y también la ruptura de la tregua, tras el atentado en la T4 de Barajas. En 2008, el PSOE volvió a ganar las elecciones, y Rubalcaba continuó siendo el ministro del Interior, en una etapa crucial en la lucha contra ETA. En su mandato fueron detenidos más de 530 personas acusadas de pertenencia a ETA y otras 200 por actos de 'kale borroka'. Rubalcaba también fue el encargado de negociar el Estatut de Cataluña.

También ha mostrado habilidad para manejar a la prensa, sobre todo en sus tiempos de portavoz. En sus ruedas de prensa era habitual verle dirigiendo a los periodistas y haciéndose preguntas a sí mismo. Siendo ministro del Interior, cuando ETA anunció el ato el fuego "permanente, general y verificable", Rubalcaba pronunció estas palabras: "Si ustedes me preguntan si estoy más tranquilo que ayer, les diré que sí; si me preguntan si esto es el final, les diré que no; si me preguntan si esto es lo que la sociedad espera, les diré rotundamente que no". Una de las intervenciones de Rubalcaba que quedarán en la memoria.

Zapatero confió en él la vicepresidencia primera del Gobierno, cargo en el que se mantuvo hasta convertirse en candidato en los comicios generales de 2011. Esa batalla en las urnas contra Mariano Rajoy otorgó al PSOE su peor resultado hasta la fecha. Los socialistas se tuvieron que conformar con 110 escaños.

Los malos resultados de su partido en elecciones europeas de 2014 dieron la estocada final a su carrera política. Conocido el descalabro, Alfredo Pérez Rubalcaba apenas dejó pasar 24 horas para hacer pública su renuncia, que hizo efectiva en septiembre.