Política -
Juicio del 'procés'
Agentes de la guardia civil relatan situaciones de violencia durante el 20S
Los guardias civiles han descrito un ambiente de violencia en estos registros del 20 de septiembre. Además, la Guardia Civil encontró varios folios con un plan para después del 1-O en una papelera.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Miaketetan indarkeria egon zela kontatu dute guardia zibilek
Agentes de la Guardia Civil han declarado por primera vez como testigos en la decimoctava jornada del juicio contra el proceso independentista de Cataluña, en el Tribunal Supremo. La mayoría participó en los registros en diferentes consejerías de la Generalitat, el 20 de septiembre de 2017.
Los guardias civiles, que han pedido que las cámaras de televisión no muestren sus caras, han descrito un ambiente de violencia en estos registros. Sin embargo, en respondiendo a las preguntas de las defensas, han rebajado el tono.
"Terror total" en el registro de la Consejería de Exteriores
Un guardia civil que participó en el registro de la Consejería de Exteriores de la Generalitat ha relatado que los manifestantes que se concentraron a las puertas trataron de sustraer a un detenido de la "cápsula de seguridad" habilitada para sacarle del edificio, llegando a golpear y romper los cristales del vehículo policial. Ha asegurado que el propio detenido, el responsable del Área de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Xavier Puig Farré, pidió "por favor" que le "sacasen de ahí" porque estaba viviendo un "capítulo de terror total".
Para el testigo esta situación fue algo "inaudito", ya que, según ha dicho, nunca había vivido nada similar en ninguna de las operaciones policiales que había realizado, ni siquiera en las de "narcotraficantes y organizaciones criminales".
Así, ha destacado que cuando se introdujo en el coche con Farré se fijó en la "cara de las personas" que golpeaban los cristales porque "no eran normales", sino "de mucha rabia", de "rabia descontrolada".
El guardia civil incluso ha desvelado que la letrada de la Administración de Justicia que formó parte de esa comitiva judicial sufrió también un episodio de acoso. "Empezaron a llover botellas de agua" y los "insultos y las amenazas de muerte eran ya algo suave con lo que estaba ocurriendo", ha narrado. "Los manifestantes empezaron a zarandear el vehículo y la secretaria empezó a llorar, estaba horrorizada, con las manos en la cabeza", ha añadido. "¿Qué hacían los Mossos d'Esquadra?", ha preguntado el fiscal Javier Zaragoza tras el relato de estos incidentes, a lo que el testigo ha contestado: "Miraban".
Agresiones durante la actuación policial del 1-O
El comandante de la Guardia Civil responsable del operativo frente al 1-O en 19 localidades rurales ha relatado las diferentes agresiones que sufrieron los agentes a su cargo, que iban desde mordiscos a lanzamiento de botellas, sillas e incluso bolas de acero y un intento de atropello con moto.
También ha aludido al uso de "productos deslizantes" al paso de los agentes que acudieron a un centro, el de Sant Esteve Sesrovires, lo que parece conectar con la declaración del exdelegado del Gobierno, Enric Millo, que habló de la "trampa del Fairy".
Este testigo también ha hablado de patadas en la cabeza a los agentes bajo su mando, un total de dos en los centros que le fueron asignados cuyos responsables fueron arrestados. "Éramos increpados, insultados y golpeados, y se denotaba organización con ánimo de obstaculizar el cumplimiento del auto judicial por parte la Guardia Civil", ha resumido.
Un excargo de Hacienda admite que la Generalitat pudo burlar el control de gastos
Felipe Martínez Rico, subsecretario de Hacienda y Función Pública durante el mandato de Cristóbal Montoro, ha admitido en el juicio por el 'procés' que la Generalitat de Cataluña pudo burlar el control que se le impuso en 2017 porque la certificación de gastos no tenía por qué ser "la realidad material de los hechos". Estos sistemas "llegan hasta donde llegan y tienen los límites que tienen", ha reconocido.
Felipe Martínez Rico. Imagen: EFE.
Así ha respondido este ex alto funcionario a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal sobre la fiabilidad de los controles que se impusieron a los gastos autonómicos en Cataluña, que comenzaron en noviembre de 2015 y que llegaron a ser de carácter semanal en septiembre de 2017. Se trataba, según Martínez Rico, de un sistema de intervención común a todos que se realizan en diferentes organismos públicos y "persiguen hacer una certificación de gastos, pero no son la realidad material de los hechos", que es "más compleja", según ha reconocido.
"¿Una contratación irregular podría haber eludido el control?", le ha preguntado la fiscal, a lo que el funcionario ha respondido que siempre que sea contraria a las pautas de contratación del sector público se puede hablar de contratación irregular, sea esta certificada o no, y en este caso quedaría "fuera del margen de control".
La fiscal Madrigal ha repreguntado de manera directa: "¿La consulta se financió con fondos públicos?".
Martínez Rico ha enfatizado que el Ministerio puso todos los elementos a disposición para hacer un seguimiento para ver cómo se gastaba el presupuesto en la comunidad autónoma, pues estaban "involucrados" muchos departamentos. Así, ha hecho hincapié en que, aunque hubo un "cumplimiento formal" por parte de la Generalitat de todas las obligaciones de información, cosa diferente es que luego ello se ajustara o no a "la realidad material de los hechos".
Aún así, "desde el Ministerio de Hacienda se solicitó a los servicios jurídicos del Estado que se personara en todas las causas penales en las que pudiera haber un perjuicio a la hacienda estatal", ha subrayado.
Un plan para después del 1-O en la papelera de un alto cargo de la Generalitat
La Guardia Civil encontró ocho folios en pedazos en una papelera dentro del cuarto de la fotocopiadora del despacho de un alto cargo del Govern que reflejaban los "escenarios posteriores al referéndum" del 1 de octubre y que su secretaria intentó destruir por orden de su jefe.
Se trata del entonces secretario de Hacienda del Govern, Josep Lluís Salvadó, que al conocer de boca de su secretaria que los agentes estaban en su despacho, le dijo: "Entra al despacho, coge la pila de papeles que hay encima de la mesa y tírala al patio".
"Ya he cogido algunas, las he metido en la caja de aguas, pero está aquí la Guardia Civil y no me da tiempo", le contestó su subordinada.
El jefe del dispositivo judicial que registró el domicilio y el despacho del estrecho colaborador de Oriol Junqueras ha revivido este episodio en el Tribunal Supremo.
Entre los documentos que la secretaria trató de destruir, el agente ha señalado que hallaron ocho "folios rotos" en una papelera que detallaban los "escenarios posteriores al referéndum" y que los dividía "en cuatro fases: noche electoral, recuento y proclamación formal, transitoriedad jurídica y proceso constituyente".
Ha precisado que no tuvieron dificultades durante el registro, si bien ha recordado que poco antes de las 18:00 los agentes comenzaron a escuchar "gritos y vítores" a favor de la independencia y en contra de la Guardia Civil, a los que, según ha dicho, llamaban "fascistas, golpistas y terroristas".
Del registro de Salvadó sacaron "dossieres, archivadores, carpetas, libretas, material informático" y, en concreto, hubo "una carpetilla azul con la tarjeta de la Agencia Tributaria" que les llamó la atención.
Bajo el título de "escenario de guerra" y "escenario de guerrilla", las "dos hojas manuscritas" detallaban las medidas que podía tomar el Estado ante el "desafío independentista y las vías de subsistencia" con las que podía responder Cataluña.
También hallaron documentos relativos a la organización de una agenda propia, medidas para conseguir un reconocimiento internacional o para llegar a un Estado propio; y en su domicilio encontraron documentos con títulos como "El catastro en Cataluña en el momento de la desconexión" o "Inventario de los bienes inmuebles del Estado en Cataluña".