El Gobierno Vasco pide recuperar la 'cordura y la sensatez' en Cataluña

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha instado a que se recupere la "cordura y la sensatez" en Cataluña y a abandonar "el terreno judicial, que "solo puede contribuir a enconar más los problemas", en favor de una "mesa de negociación política".

En declaraciones realizadas este sábado en Lemoa (Bizkaia), donde tiene previsto participar en la exhumación de los restos mortales de un combatiente de la Guerra Civil, Erkoreka se ha referido a la situación generada en Cataluña tras la decisión del Tribunal Supremo de dictar el ingreso en prisión incondicional del candidato a la Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, de los exconsejeros Raúl Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa y la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell.

Erkoreka ha expresado la solidaridad del Ejecutivo con los encarcelados este viernes "en el contexto del conflicto político de Cataluña" y ha advertido de que son "personas de paz, personas buenas, capaces de mantener una convivencia democrática y respetar la pluralidad sin ninguna dificultad, todo lo contrario".

Por todo ello, ha defendido que no merecen "en absoluto" ser encarceladas. "Ni con carácter general y mucho menos por atribuírseles delitos tan estrechamente vinculados con el ejercicio de la violencia física como el de la rebelión", ha considerado.

Asimismo, ha mostrado una "profunda preocupación" por el hecho de la encarcelación de representantes políticos "recientemente elegidos en unas elecciones libres" supone una medida "drástica, innecesaria y excesiva".

Por ello, ha considerado necesario hacer un llamamiento para que se "reinstaure y recupere la cordura y la sensatez, se saque este asunto de manos de los jueces de lo penal y se vuelva a instalar en la mesa de negociación política en la que se afronten las cuestiones de convivencia política entre Cataluña y España", ha afirmado.

Sociedad catalana

De este modo, ha subrayado que, si alguien piensa que tras la decisión judicial de ayer la mayoría de la sociedad catalana está "anímicamente más cerca de la democracia española o tiene una idea mejor de su calidad, seguro que se equivoca".