Política -
Cese de la violencia de ETA
Cuatro años sin el ruido de las armas
La normalidad ha venido para quedarse y eso se percibe en que hoy no hay apenas nada que recuerde esa fecha, salvo el día a día de los medios de comunicación.
E.L. | eitb.eus
Casi sin hacer ruido se han cumplido cuatro años del cese definitivo de la violencia de ETA. Cuatro años en los que el paisaje cotidiano del país ha cambiado totalmente.
La normalidad ha venido para quedarse y eso se percibe en que hoy no hay apenas nada que recuerde esa fecha, salvo el día a día de los medios de comunicación.
Cuatro años que han cambiado radicalmente el día a día del país, pero con importantes asignaturas pendientes, como la recuperación de la convivencia, el desarme total, el cambio en las condiciones penitenciarias de los presos o la resolución de decenas de sumarios pendientes.
Sin embargo, nadie espera ninguna novedad relevante antes de las próximas elecciones generales del 20 de diciembre, para las que quedan, por cierto, dos meses exactos.
Hace pocos días el Grupo Internacional de Contacto (GIC) publicó un informe en el que advierte de que el proceso de paz se encuentra en una "fase crítica".
Entre los logros, el GIC subraya el cese definitivo de la actividad armada por parte de ETA, que el Gobierno francés se haya mostrado dispuesto a cambiar la política penitenciaria, y también hace una referencia expresa a la propuesta de Arantza Quiroga. En ese sentido, el GIC considera que fue un paso el dado por la expresidenta del PP vasco, pese a que fue posteriormente retirada.
La mayor parte del documento la dedican a los problemas surgidos en este proceso. Así, subrayan principalmente dos: la cerrazón del Gobierno español que obstruye el proceso y que ETA siga teniendo armas.
La experiencia de Errenteria
En estos cuatro años cabe destacar ejemplos como el de Errenteria (Gipuzkoa), donde se han desarrollado experiencias de recuperación de la convivencia muy fructíferas. Tanto que han permitido acuerdos entre todos los partidos, todos, en cuestiones tan delicadas como víctimas o presos. Aún así, el alcalde de la localidad guipuzcoana, Julen Mendoza, reconoció anoche en Radio Euskadi que EH Bildu ?podría haber hecho más? durante estos años.
Mendoza recalcó que podrían haber dado ?más pasos?. ?Lo importante es, primero, ir a una mesa?, aseguró. El alcalde de Errenteria se mostró partidario de generar ?mesas más discretas? y restó importancia a la Ponencia de Paz del Parlamento Vasco. ?Es necesario encontrar espacios de confianza y después se generarán espacios de movimiento?, comentó.
Por su parte, el exconcejal del PP en el municipio guipuzcoano, Txema Herzog, entró en el debate de las palabras que tantos problemas ha causado en su partido durante los últimos días. Y es que en Errenteria han sido posibles acuerdos incluso en temas delicados que en instancias superiores no se han podido acordar.
?La herida de nuestro pueblo para poder vendarla hay sanearla?, apuntó Herzog. El exconcejal del Partido Popular volvió a insistir en la condena de ETA: ?Elementos de la izquierda abertzale tienen que decir las palabras?.