Política -
Sus mejores frases
Iñaki Azkuna, un alcalde espontáneo y sin pelos en la lengua
Recordadas son sus reflexiones sobre la "guerra al navajero", el comercio chino, la consulta de autodeterminación o su tensa relación con la izquierda abertzale.
Redacción
El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha sido un político espontáneo y sin pelos en la lengua, calificado en ocasiones de "prepotente" y "populista" por sus oponentes, pero que ha logrado el respaldo mayoritario de los bilbaínos. Con frases rotundas como su declaración de "guerra al navajero" o su intervención cuando fue nombrado 'Mejor Alcalde del Mundo' en 2012 y dedicó su galardón "a todos los alcaldes de España que no tienen ni policía, ni bomberos", y que "casi tienen que ayudar a parir a la vaca", Azkuna ha cautivado a ciudadanos de diferentes ideologías, dentro y fuera de Euskadi. Genio y figura hasta el final, en su última aparición pública, el 13 de febrero, para presentar el festival Musika-Música, Azkuna se manifestó contra una iniciativa de EH Bildu para retirar del Ayuntamiento los cuadros con las imágenes de los alcaldes de la época de Franco. "Hay que respetar la Historia, aunque moleste", dijo entonces. Generador de polémicas por sus ocurrencias políticamente incorrectas, como cuando se burlaba de que Vitoria-Gasteiz fuera capital de Euskadi, o cuando dijo que había que esforzarse para poder competir con los chinos, "que abren sus bazares y luego allí comen, duermen y procrean...", Azkuna ha apelado, sin embargo, al acuerdo para solucionar conflictos.
Con la izquierda abertzale mantuvo una tensa relación y las reprochó más de una vez su actitud ante los atentados de ETA. "Cuánta energía malgastada, cuánta juventud manipulada por unos delirios; cuántas viudas y huérfanos, cuanta miseria...", resumió sobre la actividad de ETA en un acto en recuerdo a las víctimas. El propio alcalde reconoció tener "fama de díscolo y de 'michelín'" dentro del PNV, aunque siempre insistió en que hizo política "cómodo" dentro de ese partido. Apartado del dogmatismo, rechazó públicamente la consulta sobre autodeterminación que reclamó su partido y censuró también que el PNV rubricara en 1999, junto a otros partidos y sindicatos abertzales, la declaración de Lizarra. "El objetivo del PNV es la construcción nacional, pero yo quiero convivir en Europa o dentro del Estado con otras naciones", manifestó al tiempo que denunciaba el incumplimiento del Estatuto de Gernika.
'Más cristiano que católico' Tras confesar que se sentía "más cristiano que católico", acudía a rezar ante la Amatxu de Begoña -patrona de Bizkaia-, si bien aseguró entender "que haya mujeres que recurran al aborto" en determinadas circunstancias. A contracorriente muchas veces, cuando ya habían salido a la luz los papeles de Bárcenas e irregularidades en la gestión de cajas y bancos, Azkuna salió en defensa de los políticos y los banqueros y dijo que el 98% de los que conocía en el Estado eran "gente honradísima" y lamentó que, por culpa de "una minoría que está dando mal ejemplo", se hubiera denostado la imagen de esos colectivos. Azkuna denunció asimismo que las reiteradas huelgas convocadas desde la división sindical "no derriban gobiernos, solo sirven para destrozar elementos públicos y sacar de quicio a la gente". No solo para los políticos tuvo palabras críticas, sino también para personajes de renombre como el arquitecto Santiago Calatrava, a quien en 2007 tildó de "pesetero del carajo" después de que denunciara al Ayuntamiento por prolongar su puente peatonal con una pasarela.