Política -
Paz y Convivencia
El Plan de Paz pide el fin de ETA 'sin condicionamientos'
El texto definitivo incluye el 'suelo ético' y descarta hacer "un relato del pasado por decreto", por lo que pretende "contribuir a una narrativa crítica del pasado".
Redacción
La versión definitiva del Plan de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco pide la disolución de ETA "sin condicionamientos", cuyo primer paso sería un desarme y desmantelamiento "ordenado, seguro y definitivo" e incorpora íntegramente el acuerdo del llamado "suelo ético".
El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, ha presentado hoy en San Sebastián el texto definitivo del plan, una vez incorporadas las sugerencias procedentes de 28 aportaciones de partidos políticos y colectivos sociales.
Estructurado en cinco apartados, el texto comienza con un preámbulo que sirve como "marco de interpretación". Incluye, asimismo, "la posición ante el final de ETA", en el que se exige la disolución de la organización armada "sin condicionamiento político". El primer paso sería el desarme, el desmantelamiento "ordenado, seguro y definitivo". Esta será una "prioridad" a la que deberán atender las instituciones.
El documento renuncia a "imponer" un relato de lo ocurrido, sino que únicamente pretende "contribuir a una narrativa crítica del pasado". Así, Jonan Fernández ha aseverado que "no se puede establecer un relato del pasado por decreto", sino crear las condiciones que "hagan posible una reflexión compartida entre todos", pero "con unos mínimos".
En este sentido, ha explicado que esos "mínimos" suponen que "ningún argumento puede ser invocado para minimizar, justificar o legitimar la violencia de ETA ni ninguna otra violación de derechos humanos".
"Construir el futuro, sin olvidarse el pasado"
El cuarto apartado se refiere al tratamiento de "vulneraciones de signo diferente". En este sentido, ha precisado que hay que "reconocer y reparar todas las vulneraciones sin excluir ni diluir ninguna de ellas".
El último punto habla del "sentido de la prioridad ante el futuro". En esta línea, indica que "la factura" que ha de pagarse por la construcción del futuro "no puede ser ni olvidarse del pasado ni despreciar lo preexistente".
De las aportaciones que han recibido, Jonan Fernández ha destacado las que se refieren a crear "algún mecanismo independiente de investigación sobre torturas" y que incorpore el caso de "los huidos de ETA", y la necesidad de elaborar "un marco de prioridades" en materia de memoria histórica en los próximos meses, entre otras.