Política -
Desarme
Los verificadores internacionales aguardan nuevos pasos de ETA
El grupo de mediadores trabaja con la expectativa de que en próximas fechas ETA podría dar nuevos pasos hacia el desarme. Por el momento, no tienen fecha para su próxima visita a Euskadi.
C.B/I.H
La Comisión de Verificación Internacional, el grupo de expertos en mediación que supervisa el proceso abierto tras el anuncio de ETA de poner fin a las armas, está a la espera de que se produzcan nuevos pasos por parte de la banda que permitan superar el impasse en el que se encuentra actualmente el camino hacia el final de la violencia.
Según diversas fuentes consultadas por EiTB en medios que siguen de cerca el desarrollo del proceso de paz, la Comisión de Verificación Internacional trabaja con la expectativa de que en próximas fechas ETA podría dar nuevos pasos que conduzcan hacia el desarme de sus arsenales. Según estas fuentes, los verificadores habrían recibido el mensaje de que su papel y función va a seguir teniendo vigencia durante los próximos meses. No obstante, los medios consultados indican que el proceso no será inminente y puede prolongarse durante meses. El grupo de verificación, encabezado por el holandés Ram Mannikalingam, sitúo el pasado mes de marzo el plazo del mes de septiembre para decidir si continuaban adelante o no con su labor de supervisión.
De no producirse avances en el proceso, los verificadores transmitieron a diferentes agentes que abandonarían su función y su seguimiento del proceso abierto tras el anuncio de ETA de poner fin a la violencia.
La falta de respuesta por parte del Gobierno español ante los emplazamientos para que modifique su política penitenciaria y emprenda un proceso negociador con ETA ha puesto en evidencia que el Ejecutivo no piensa mover su posición en tanto en cuanto no se den pasos claros hacia la disolución de ETA. Mientras, desde la izquierda abertzale algunos sectores creen que este inmovilismo hace imprescindible dar pasos de forma unilateral.
Sus integrantes, señalan fuentes conocedoras a su labor, "están trabajando, mantienen sus contactos", aunque el hermetismo en torno a su actividad es completo. Por el momento, estas fuentes señalan que el grupo de mediadores no tiene fecha para su próxima visita a Euskadi.
Supervisar el eventual proceso de desarme de ETA ha sido uno de los objetivos del Grupo de Verificación, que a lo largo de los dos últimos años ha visitado Euskadi en diversas ocasiones para mantener contactos con los diferentes agentes políticos e institucionales vascos. A los tres meses de que ETA anunciara el desarme, el grupo confirmó que había comenzado los contactos con la organización. Mostraron su preocupación por el hecho de que los activistas portaran armas, lo que elevaba el nivel de riesgo ante posibles enfrentamientos con la Policía. Sin embargo, meses más tarde el Grupo confirmó que ETA se mostraba dispuesta a hablar del desarme.
La expulsión de varios miembros de ETA de Noruega, entre ellos de Jose Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, fue interpretado como un no rotundo del Gobierno de España a mantener abierta ninguna vía de interlocución. Así, con la sensación de bloqueo generalizado, Lokarri impulsó su Foro Social, cuyas conclusiones emplazan a ETA al desarme y a pedir perdón, y al Gobierno a mover ficha en el terreno penitenciario.