Política -
Muerte de Xabier López Peña
Herrira convoca una manifestación silenciosa este sábado en Bilbao
La marcha pedirá el fin de la actual política penitenciaria que permite "prácticas inhumanas" y "dar un sí rotundo a los derechos humanos, la resolución y la paz".
Redacción
El movimiento de apoyo a los presos vascos Herrira ha convocado una manifestación y diversas concentraciones por la muerte en un hospital francés del exjefe de ETA Xabier López Peña Thierry y para exigir el cambio de la política penitenciaria.
López Peña falleció el pasado sábado en un hospital de París, en el que ingresó el pasado 11 de marzo por problemas cardiovasculares.
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, Herrira ha anunciado la convocatoria de una manifestación para el próximo sábado en la capital vizcaína y concentraciones ante el consulado francés en Bilbao el jueves y en varios pueblos y ciudades (Basauri, Galdakao, Bilbo, Gasteiz, Donostia, Iruñea, Donibane Garazi, Baiona, Donibane Lohitzune, Maule y Hasparnen) el viernes.
El lema de la manifestación de Bilbao, que será silenciosa, es 'Nunca más. No a las medidas de excepción. Derechos Humanos. Resolución. Paz'.
El portavoz de Herrira, Beñat Zarrabeitia, ha considerado que las últimas semanas de vida de López Peña son un ejemplo de la "violencia gratuita" de España y Francia, y de la política de "venganza" contra los presos vascos, "que no tiene otro fin que castigar a la sociedad vasca y tratar de bloquear el camino hacia la resolución y la paz".
Herrira ha criticado a la Administración francesa por no comunicar a la familia el traslado al hospital de López Peña, que se enteró ocho días después, no facilitar ningún parte médico, ni informar de su muerte hasta doce horas después del fallecimiento.
"Lo que le hicieron (a Xabier López Peña) en sus tres últimas semanas de vida no es sólo un brutal atropello a los derechos humanos, sino una auténtica inhumanidad", ha dicho Zarrabeitia.
Herrira ha instado a las instituciones, partidos y sindicatos a acordar medidas conjuntas y "urgentes" para provocar una "cambio radical" de la política penitenciaria, que considera un "caldo de cultivo de graves enfermedades" para los presos vascos.