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Guerra comercial
La UE pospone la aplicación de las contramedidas arancelarias para negociar con EE. UU.
Así, la Comisión Europea ha decidido posponer hasta mediados de abril la aplicación de las primeras contramedidas. Por su parte, el BCE ha advertido que tanto los aranceles como las represalias podrían recortar el crecimiento y elevar la inflación.
Agencias | EITB Media
La Comisión Europea (CE) ha decidido posponer hasta mediados de abril la aplicación de las primeras contramedidas en respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones europeas de aluminio y acero, a fin de dar más margen a la negociación con Washington para lograr una solución.
La Comisión había anunciado una respuesta a los aranceles de EE. UU. en dos tiempos, con unas medidas que iban a entrar en vigor el 1 de abril y otras, a mediados de ese mes.
"El cambio representa un ligero ajuste del calendario y no disminuye el impacto de nuestra respuesta, en particular porque la UE sigue preparándose para represalias de hasta 26 000 millones de euros", ha explicado el portavoz comunitario Olof Gill en una comunicación a los medios.
"Mientras tanto, la UE sigue dispuesta a entablar un diálogo constructivo con Estados Unidos para buscar una solución que evite perjuicios innecesarios a ambas economías", ha concluido.
BCE: "Los aranceles podrían recortar el crecimiento y elevar la inflación"
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido de que la imposición de aranceles a las importaciones europeas por parte de Estados Unidos y las represalias que adopte la UE podrían recortar el crecimiento cinco décimas y elevar la inflación también medio punto.
Las estimaciones del BCE sugieren que un arancel estadounidense del 25 % a las importaciones europeas reduciría el crecimiento del área del euro en torno a 0,3 puntos porcentuales el primer año y si la UE responde aumentando sus aranceles a las importaciones de EE. UU. este impacto subiría hasta aproximadamente medio punto porcentual.
En una comparecencia con la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Lagarde ha explicado que creen que el grueso del impacto sobre el crecimiento económico se concentraría en el primer año tras el aumento de aranceles y luego disminuiría, dejando sin embargo un persistente efecto negativo en el nivel de producción.
En este escenario, además, la previsión de inflación sería "significativamente más incierta" y el BCE calcula que, a corto plazo, las represalias de la UE y un tipo de cambio del euro más débil -fruto de la demanda más baja de productos europeos en EE. UU.- "podría elevar la inflación aproximadamente en medio punto porcentual".
Lagarde ha confiado, en todo caso, en que la UE y Estados Unidos "hagan serios intentos de mitigar y, con suerte, evitar las consecuencias negativas de los aranceles" que afectarían también a la economía estadounidense.