Internacional -
Plan de deportación masiva
Trump reconoce abiertamente que los palestinos expulsados de Gaza no podrán regresar jamás a la Franja
El presidente de Estados Unidos ha dicho que los palestinos estarán en un lugar "permanente" que será "mucho mejor". Además, Trump ha reconocido que la Franja "no es habitable" tras año y medio de destrucción infligida por la Armada israelí.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Trumpek onartu du Gazatik kanporatutako palestinarrak ezingo direla inoiz Zerrendara itzuli
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha descartado que los palestinos que sean expulsados de la Franja de Gaza dentro de su plan para hacerse con el control de la zona puedan regresar jamás, aunque ha alegado que estarán en un lugar "permanente" que será "mucho mejor".
"Construiremos preciosas comunidades para 1,9 millones de personas", ha expuesto el magnate, durante una entrevista en Fox News en la que ha vuelto a defender un plan que, entre otras cosas, plantea un desarrollo inmobiliario de Gaza tras año y medio de destrucción infligida por la Armada israelí.
En este sentido, ha apuntado que pasarían "años" antes de poder recomponer el territorio palestino que, según sus propias palabras, "no es habitable".
"Creo que puedo llegar a un buen acuerdo con Jordania, con Egipto", ha agregado Trump, pese a que ambos estados ya se han desmarcado de cualquier potencial iniciativa que contemple el traslado forzoso de palestinos.
De hecho, la gran mayoría de la comunidad internacional se ha opuesto a esta propuesta del Gobierno estadounidense, que sí está dispuesto en cambio a estudiar Israel. Trump, que llegó a vislumbrar para Gaza la capacidad de convertirse en "la Riviera de Oriente Próximo", aspira a "comprar" y controlar la Franja.
Hamás: "Gaza no es una propiedad que pueda ser comprada y vendida"
Por su parte, el miembro del buró político de Hamás, Izzat al Rishq, ha asegurado que las declaraciones de Trump reflejan una "profunda ignorancia" sobre Palestina y Oriente Medio, y las ha tildado de "absurdas".
"Gaza no es una propiedad que pueda ser comprada y vendida, y es una parte integral de nuestra tierra palestina ocupada", ha dicho el militante de la resistencia palestina en un comunicado.
Al Rishq ha denunciado que aproximarse a la cuestión palestina con la mentalidad de un inversor inmobiliario es "la receta para el fracaso" y ha insistido en que el pueblo palestino frustrará cualquier plan de desplazamiento o deportación.
"Gaza pertenece a su gente, y no la abandonarán a no ser que sea (para volver) a sus ciudades y aldeas que fueron ocupadas en 1948", ha dicho en referencia a la Nakba ('Catástrofe', en árabe), la expulsión forzosa de unos 700 000 palestinos de sus hogares debido a la acción de milicias sionistas.
También el líder de Hamás Jalil al Hayya ha dicho, en una conmemoración de la Revolución Islámica de Irán este lunes, que estos planes del magnate están "condenados al fracaso".
Netanyahu: "La visión de Trump es una visión nueva, una visión creativa, una visión revolucionaria"
Por el contrario, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado este lunes de "visión creativa" y "revolucionaria" el plan del presidente estadounidense. Netanyahu, que hasta ahora no había afirmado expresamente su apoyo al plan de Trump, se ha referido así al proyecto durante una moción de censura de la oposición en el Parlamento israelí, más bien simbólica ya que no cuentan con mayoría en la cámara.
"La visión de Trump es una visión nueva, una visión creativa, una visión revolucionaria. Y está decidido a implementarla", ha dicho el primer ministro, según un comunicado de su oficina.
"A lo largo de mis años como primer ministro, me he reunido veinte veces con presidentes de Estados Unidos en la Casa Blanca. Pero la reunión histórica con el presidente Donald Trump fue la más importante, la más amigable y las más significativa", ha aseverado Netanyahu.
El primer ministro ha reconocido que decisiones como la entrada del Ejército en la ciudad de Gaza o en el campo de refugiados de Khan Yunis se tomaron sin consultar o en contra del parecer del anterior Gobierno estadounidense.