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EE. UU. ELECCIONES
¿Quién sustituiría y cómo sería el proceso para reemplezar a Joe Biden?
Sin tiempo para abrir un nuevo proceso de primarias, el nuevo candidato a la Casa Blanca debería ser elegido durante la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en Chicago del 19 al 22 de agosto.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Nork ordezkatuko luke eta zein izango litzateke Joe Biden ordezkatzeko prozesua?
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cada vez más acorralado por los dirigentes del Partido Demócrata para que abandone su campaña a la reelección, ha dicho que su intención es seguir hasta el final. Pero, ¿qué opciones tienen los demócratas si Biden sucumbe a la presión?
Aunque en el pasado dos presidentes estadounidenses (Harry Truman en 1952 y Lyndon B. Johnson en 1968, ambos demócratas) decidieron no presentarse a la reelección en marzo del año en que se celebraba la votación, si Biden se retira será la primera vez que alguien lo hace tan tarde en el proceso electoral.
Sin tiempo para abrir un nuevo proceso de primarias, el nuevo candidato a la Casa Blanca debería ser elegido durante la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en Chicago del 19 al 22 de agosto.
A pesar de todas estos obstáculos, el Comité Nacional Demócrata, encargado de organizar la convención, tiene normas para reemplazar a Biden.
1.- Joe Biden tiene que comunicar formalmente al Comité Nacional Demócrata su decisión de retirarse.
2.- El Comité Nacional Demócrata celebraría una reunión de emergencia en la que su comité de normas y reglamento establecería el proceso para efectuar el reemplazo. A partir de aquí, el proceso se complica dependiendo de la actitud de Biden.
3.- Si Biden decide retirarse después de ser nominado en la Convención Demócrata de agosto, el Comité Nacional Demócrata puede decidir celebrar una convención especial para nominar a un nuevo candidato a la presidencia o designar de forma directa a la persona tras realizar consultas con los líderes demócratas.
4.- Si Biden se retira antes de la convención de agosto, el sustituto se decidirá allí. Biden tendría una gran capacidad de determinar su sustituto ya que controla en estos momentos 3908 de los 3939 delegados. Las leyes de cada estado deciden cómo deben elegir esos delegados y 14 de ellos fuerzan, inicialmente, a votar al candidato que ganó la primaria estatal.
Biden también puede liberar a sus delegados para que voten con libertad a los posibles aspirantes que se presenten. El ganador sería el candidato que obtuviese el apoyo de al menos 1976 delegados.
La otra posibilidad, remota por no decir casi imposible, es que Biden decida mantener su candidatura en contra de los deseos del Comité Nacional Demócrata. En este caso, que supondría una verdadera guerra civil demócrata, un 95 % de los delegados de la Convención Demócrata estarían forzados a votar a Biden.
Sin embargo, en este caso, Comité Nacional Demócrata podría usar la 'opción nuclear': reescribir las normas de la convención para que los delegados puedan votar a otro candidato.
¿Quién será el candidato?
A estas alturas del partido pocos se plantean un nombre distinto al de la vicepresidenta, Kamala Harris, para intentar ganar las elecciones de noviembre a Donald Trump.
La exsenadora y exfiscal general de California es posiblemente la persona más preparada para tomar sobre la campana las riendas de una campaña que ahora mismo descarrila.
Harris es conocida, los sondeos le son más favorables que a Biden, aunque también por detrás de Trump, y es la única que puede usar los 91 millones (a fecha 31 de mayo) que la campaña del ahora presidente tiene en el banco.
Además, al ser la actual vicepresidenta, también es la única que puede aglutinar rápidamente un amplio apoyo dentro del partido para evitar una imagen de desunión en la convención de Chicago.
Si no es Harris, ¿quién?
El Partido Demócrata tiene ahora mismo una camada de gobernadores que vislumbraba las elecciones a la Casa Blanca de 2028 para tratar de dar el salto, pero que pueden ver como su momento se adelanta por la eventual retirada de Biden.
Se trata por ejemplo de la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, o del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. El gobernador de California, Gavin Newsom, también ha sonado como presidenciable para un futuro. Dentro del Gabinete de Biden, su secretario de Transporte, Pete Buttigieg, ya lo intentó en las primarias de 2020 y sigue con aspiraciones presidenciales.