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Lituania
Los líderes de la OTAN definirán en la cumbre de Vilna el futuro de su relación con Ucrania
Los aliados recelan de las garantías de seguridad que reclama Zelenski y no ofrecerán un calendario claro de adhesión.
Agencias | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: NATOko buruzagiek Ukrainarekin duten harremanaren etorkizuna zehaztuko dute Vilnako goi-bileran
Los líderes de la OTAN esperan dar un mensaje de apoyo fuerte a Ucrania y a sus ambiciones de entrar en la alianza cuando se reúnan este martes y miércoles en Vilna, Lituania, en una cumbre llamada a definir el futuro de la relación con Kiev y en la que se espera la participación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El secreto mejor guardado de los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN es la señal que manden a Kiev para reforzar la declaración de Bucarest, de 2008, en la que ya reconocían a Ucrania como futuro miembro de la OTAN. La idea es darle más potencia a esta promesa, en plena guerra con Rusia, aunque las fuentes aliadas descartan que el lenguaje de la declaración contenga referencia temporal alguna al ingreso de Ucrania en la organización.
Los aliados no contemplan fijar un marco temporal para el ingreso de Ucrania en la OTAN, ni plantean ofrecer garantías de seguridad de forma colectiva a Kiev. La tesis del secretario general aliado, Jens Stoltenberg, es que los países de la OTAN deben centrar ahora sus esfuerzos en apoyar militarmente al ejército ucraniano para lograr victorias y retomar territorio en su contraofensiva, lo que mejorará su posición en unas futuras negociaciones de paz.
Queda descartado igualmente que la OTAN acuerde invitar formalmente a Ucrania a entrar en la organización, como pedía Zelenski, ya que los aliados entienden que "hoy por hoy no se dan las condiciones de seguridad para la adhesión".
Así las cosas, la reunión en la capital lituana obligará a los líderes aliados a realizar un importante ejercicio de política y diplomacia para poner de relieve el apoyo práctico que prestan a Ucrania, en el marco de la agresión rusa, sin defraudar las aspiraciones de Zelenski.
La medida estrella será el paquete plurianual con el que la OTAN ayudará a modernizar la Defensa e instituciones de Ucrania la próxima década. Dotado de varios miles de millones de euros, el plan tiene el objetivo de proveer un apoyo sostenible a Kiev y facilitar su eventual entrada en la OTAN mediante la mejora de la interoperabilidad y la adopción de estándares militares occidentales.
En cuanto a aspectos políticos, la OTAN quiere inaugurar de la mano de Zelenski el Consejo OTAN-Ucrania, un mecanismo de consultas con el que Kiev estará en pie de igualdad con los aliados para realizar consultas y tratar asuntos de seguridad. Este formato solo se mantenía hasta ahora con Rusia, si bien la invasión de Ucrania hizo saltar todos los puentes entre la OTAN y Moscú.
Entre las bazas de la OTAN para escenificar el apoyo a Ucrania está dar por superado el programa de asesoramiento para la adhesión, un proyecto con el que ofrece asistencia y apoyo práctico a los países candidatos a entrar en el bloque. En el caso de Ucrania, la anexión rusa de Crimea en 2014 y la invasión a gran escala de 2022 ha llevado a mantener una relación estrecha que hace que este programa pierda algo de sentido.