Internacional -
Pensiones Francia
Borne apuesta por "no forzar" las cosas y ve necesario "respetar un período de convalecencia"
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, de desmarca, al menos en el tono, del presidente Macron, que se muestra mucho más contundente con respecto a la reforma de las pensiones. Mientras tanto, los sindicatos siguen llamando a la ciudadanía a movilizarse en contra de la reforma.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Bornek gauzak "ez behartzearen" alde egin du, eta beharrezkotzat jo du "sendatze epe bat errespetatzea"
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne se muestra a favor de afrontar la reforma de las pensiones de un modo conciliador, respetando tiempos y "sin forzar" las cosas. Así lo ha manifestado en una entrevista publicada este viernes por el diario galo Le Monde, de cuyas líneas se desprende un desmarque, al menos, en el tono, del mensaje del presidente Emmanuel Macron, mucho más contundente en la cuestión de la reforma de las pensiones.
Borne deja caer algunas frases sobre su intención de tender la mano a los sindicatos y más en general de intentar calmar la situación, pero sin conceder a las centrales la que es su exigencia desde que empezaron las protestas en enero: la retirada de la reforma de pensiones.
La primera ministra insiste en la entrevista en que si la reforma sale adelante hay que buscar el momento adecuado para restablecer el diálogo, en que "los sindicatos no tienen que salir humillados de esta secuencia", en que hay que "respetar un periodo de convalecencia" y en que "tenemos que ser extremadamente cuidadosos de no forzar las cosas" porque "el país necesita calma".
Para Borne, la prioridad tendría que ser señalar una dirección al Gobierno antes de buscar aliados políticos que les apoyen para votar leyes en el Parlamento (Macron le ha pedido que amplíe su base parlamentaria) y evitar los asuntos que pueden generar conflicto. Su idea es abordar cuestiones como el empleo, las condiciones de trabajo, la educación y la sanidad para afrontar problemas como el empobrecimiento de las clases medias.
Según Le Monde, la primera ministra espera la vuelta de Macron de China para ver qué piensa de todo esto, y al mismo tiempo precisa que el Elíseo baraja diferentes escenarios, incluido el de cambiar a su primera ministra. Una opción que Borne considera que no es adecuada ahora con el clima de tensión social que hay en la calle: "no es el momento de dar volantazos".
Precisamente durante su viaje a China, Macron, quien se considera plenamente legitimado para abordar la reforma, y defiende que el programa electoral con el que fue elegido ya incluía la reforma de las pensiones y el retraso de la edad de jubilación, ha replicado con contundencia a los sindicatos, en particular, al líder del primer sindicato del país, Laurent Berger.
Preguntado por ello, Berger ha reconocido este viernes, en una entrevista al canal BFMTV, que el tono de Borne ha sido siempre de respeto y de diálogo franco, bien distinto del mostrado por Macron: "es diferente de echar gasolina al fuego".
Pero al margen de esa cuestión del tono que emplean una y otro, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) ha repetido que "lo más importante al final es si esta reforma se va a aplicar o no" porque la oposición en la calle y en la opinión pública "no se ha movido" y sigue siendo muy mayoritaria.
Tras la undécima jornada de movilización nacional organizada este jueves, en la que han vuelto a salir cientos de miles de personas a la calle en las manifestaciones organizadas por todo el país, los sindicatos han decidido una vez más de forma conjunta organizar la que será la duodécima, el jueves 13.
Será la víspera del 14, un día clave porque será entonces cuando emitirá su dictamen el Consejo Constitucional sobre si valida o no la ley de las pensiones, cuyo eje principal y el más polémico es retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 actualmente a 64 años.