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Coronavirus
Francia aprueba el uso del certificado sanitario
El proyecto de ley aprobado regula el uso del certificado para acceder a la mayoría de establecimientos públicos y obliga a los sanitarios a vacunarse. Estas medidas estarán vigentes hasta el 15 de noviembre.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Osasun-ziurtagiriaren erabilera onartu du Frantziak
El Senado francés adoptó este domingo de forma definitiva el proyecto de ley que regula el uso del certificado sanitario para acceder a una mayoría de establecimientos públicos y obliga a los sanitarios a vacunarse, tras cuatro días y noches de discusiones parlamentarias.
Tras una primera votación del Senado a favor del texto y con múltiples introducciones, la comisión mixta paritaria, formada por diputados y senadores, alcanzó un acuerdo con ligeras modificaciones, como la limitación de estas medidas extraordinarias hasta el 15 de noviembre, mientras impere el estado de emergencia. Cualquier nueva prolongación deberá ser previamente aprobada por la Asamblea Nacional.
El pasado miércoles se impuso mediante decreto el certificado sanitario. De esa manera, es necesario estar vacunado, haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses o tener un test negativo de las 48 horas anteriores para entrar en museos, cines, teatros y salas de deporte. Ahora, con la aprobación del proyecto de ley, el Ejecutivo quiere también que el documento se extienda en agosto para entrar a bares, restaurantes, cafeterías, centros comerciales y transportes públicos de largo recorrido.
En el caso de los centros comerciales, corresponderá al delegado de Gobierno de cada departamento establecer la forma de entrada al sitio, sin vetar el acceso a bienes de primera necesidad.
Finalmente, el certificado será necesario para poder entrar al interior de bares, restaurantes y cafés, pero también en terrazas, que los senadores habían excluido de la obligación en un principio.
Vacunación de adolescentes y sanitarios
Los menores de entre 12 y 18 años no tendrán que presentar el certificado hasta el 30 de septiembre, y podrán vacunarse con el consentimiento de los dos padres; los de 16 y 17 años podrán hacerlo sin autorización paterna.
Finalmente, el aislamiento obligatorio de los contagiados será controlado por la seguridad social, y no por las fuerzas policiales, aunque éstas podrán actuar si se cree que una persona no está respetando la cuarentena.
En cuanto a las sanciones, estas pasarán a ser graduales para los establecimientos que deben controlar el certificado: primero habrá multas, luego cierres administrativos de dos semanas y riesgo de cárcel en caso de una tercera reincidencia.
En el caso de la obligación de la vacunación de los sanitarios, la sanción no será el despido, como preveía el texto inicial, pero sí una suspensión de salario y empleo que se aplicará también a los trabajadores de establecimientos en los que haya que presentar un certificado.
Para el 15 de septiembre deberán tener al menos una dosis, y el 15 de octubre, ambas.