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Donald Trump, el mediático empresario que llegó a la presidencia
Donald Trump, 45º presidente de los Estados Unidos de América, vuelve a la carrera presidencial para tratar de repetir mandato.
M. D. | eitb.eus
Euskaraz irakurri: Donald Trump, presidentetzara heldu zen enpresari mediatikoa
Donald Trump, 45º presidente de los Estados Unidos de América, el más mayor en acceder al cargo, el más rico y el primero en hacerlo sin haber desempeñado previamente un cargo militar o político, vuelve a la carrera presidencial para tratar de repetir mandato.
Antes de su gran salto a la política, Trump era conocido por ser un mediático empresario. En los últimos cuatro años, su fuerte personalidad y su política populista han marcado el devenir de Estados Unidos, entre fieles seguidores y fuertes detractores, y han revolucionado el papel de su país en el cambiante escenario internacional.
Su fama nacional pasó a ser internacional con su presidencia. Time le nombró el "persona del año 2016" y, por supuesto, su disfraz triunfó en los siguientes carnavales.
Nació el 14 de junio de 1946 en el neoyorquino barrio de Queens. Es el cuarto de los cinco hijos de Fred Trump, constructor de origen alemán, y Mary MacLeod, ama de casa de procedencia escocesa. Se graduó en 1964 en la academia militar en la que había sido internado.
En 1968, el magnate se licenció en Economía en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, y en 1971, se convirtió en el sucesor de la empresa familiar, dedicada a edificios de alquiler de clase media en Nueva York y rebautizada como The Trump Organization. Se mudó a la glamurosa Manhattan a la caza de una fama que llegó a base de proyectos pomposos, autobombo, verdades a medias y una relación borrascosa con la prensa.
Según los cálculos de Forbes, el empresario está en el puesto 766 de las personas más ricas del mundo, con 3.100 millones de dólares. Su ascenso en su larga etapa de negocios está llena de éxitos y fracasos, acompañados de fama televisiva —cameos cinematográficos incluidos—.
Sus hoteles y casinos se han declarado varias veces en bancarrota. De hecho, el propio Trump ha reconocido que es una manera de renegociar sus deudas con los bancos. "Juego con las leyes de bancarrota, son muy buenas para mí", dijo en 2011 según Newsweek.
"Trump es una mezcla de fanfarronería, fracasos comerciales y verdadero éxito", según el perfil que dio de él The Washington Post. Antes de ser presidente fue una estrella de la televisión. En el reality show de la NBC The Apprentice, varios concursantes luchaban por ganar 250.000 dólares y un contrato para dirigir una de sus empresas.
Con tres matrimonios y dos sonados divorcios (con la modelo checa Ivana Zelnickova en 1991 y la actriz estadounidense Marla Maples en 1999), la vida personal de Trump ha sido tan agitada como su carrera profesional, para deleite de la prensa del corazón.
Desde 2005, el multimillonario, de confesión presbiteriana, está casado con la exmodelo eslovena naturalizada estadounidense Melania Knauss, actual primera dama.
El presidente ha protagonizado algún escándalo, como el que tuvo con Stormy Daniels. La actriz porno ha defendido que tuvieron una aventura en 2006, pero Trump siempre lo ha negado. Antes de las primeras elecciones presidenciales, el abogado Michael Cohen pagó una cantidad de dinero a la actriz como parte de un acuerdo de confidencialidad, aunque ella ha querido ser liberada del mismo para contar su historia.
Una polémica campaña con sorpresa final
Tras varios anuncios que siempre resultaron en nada, en 2015 Trump se decidió por empezar su camino hacia la Casa Blanca en el seno del Partido Republicano. Su lema fue el que ha atravesado también toda la legislatura: Make America great again (Hacer Estados Unidos grande otra vez).
La durísima campaña que lidió contra la candidata demócrata Hillary Clinton, con un amplio recorrido en el stablishment político estadounidense, no estuvo exenta de polémicas. En octubre de 2016 se divulgó un vídeo en el que Trump presumía de "hacer lo que quiere" a las mujeres. No en vano, hasta 19 mujeres han acusado al presidente de alguna manera de acoso sexual.
Finalmente, la lucha terminó en sorpresa final. A pesar de lo que preconizaban las encuestas, Trump venció en las elecciones a la mujer del expresidente Clinton, aunque no la superó en votos.
Giro dentro de Estados Unidos
Trump sucedió oficialmente a Barack Obama el 20 de enero de 2017, y dio un giro de 180 grados a la política estadounidense tanto dentro como fuera de sus fronteras. No sin polémica y enfrentamientos. Incluso sobrevivió a un impeachment de la oposición, "una caza de brujas y una farsa" para Trump.
En política interior, una de las primeras decisiones de Trump fue, precisamente, la derogación del conocido como Obamacare, la reforma de salud del anterior presidente, que buscaba ampliar la cobertura de los seguros de salud, no accesibles para muchos estadounidenses.
En cuanto a la inmigración, nada más comenzar su mandato, Trump ordenó la construcción del muro entre Estados Unidos y México, que hasta el momento consistía en una valla. Aún no ha sido levantado por falta de financiación, a pesar de que Trump asegura que será pagado mediante aranceles a los productos mexicanos.
También llegó a vetar la entrada a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, lo que causó protestas de ciudadanos y hasta de algunas empresas.
En cuanto a la política energética, Trump pretende dejar de depender del petróleo ajeno, por lo que ha apoyado las fuentes de energía fósiles. Al no haber financiado de la misma manera la energía renovable, el presidente ha tenido la oposición de los ecologistas.
Con Trump, Estados Unidos es el único país que no ha firmado el Acuerdo de París contra el cambio climático. No es una preocupación para el presidente, que se salió del mismo en 2017, pues no cree que el calentamiento global sea generado por los combustibles fósiles.
La política económica de Trump se resume en la bajada de impuestos a las rentas más altas, a la vez que se aumentan los aranceles con el comercio exterior. El presidente se define como conservador en temas sociales, con un discurso claramente contrario a la inmigración ilegal.
Entre otros temas, no está a favor del derecho al aborto, pues solo lo defiende en casos de violación y en caso de que esté en peligro la salud de la mujer, está en contra a que se controle la posesión de armas y defiende el aumento del gasto militar. Durante su mandato, el presidente ha tenido la oposición del movimiento LGBT.
Pugna con China por dirigir el nuevo tiempo
El papel de Estados Unidos en el escenario internacional también cambió con la llegada de Trump, que defiende el proteccionismo frente a los acuerdos comerciales de sus predecesores.
Esta nueva estrategia le ha llevado a tener roces hasta con sus aliados habituales, como la Unión Europea o los miembros de la OTAN, a los que exige que colaboren en su financiación de la misma manera que Estados Unidos.
Trump dice mirar adentro de sus fronteras para poner a America first (EE. UU. primero), pero eso no significa que opte por políticas neutrales en la esfera internacional. Algunas de sus decisiones suponen una clara declaración de intenciones, como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, en claro apoyo a los planes de Benjamin Netanyahu, a pesar de ser contrario al consenso internacional, que busca una solución para Oriente Medio.
En la vecina Siria, a pesar de sus críticas iniciales a la actuación de la administración anterior, Trump continuó con la política bélica intervencionista en la guerra. También apoya a Arabia Saudí en su campaña en Yemen, donde lucha contra los rebeldes chiíes.
En cuanto a las relaciones con Cuba, tras un acercamiento de la administración de Obama, Trump retrocedió hacia el bloqueo histórico que Estados Unidos mantiene con el país caribeño. Estados Unidos continúa con Trump la política de sanciones a Venezuela, y tampoco ha descartado una intervención militar allí.
Quizás una de sus decisiones más determinantes fue su salida unilateral del acuerdo nuclear con Irán, que hasta el momento suponía un punto de colaboración entre la República Islámica y las potencias nucleares. Durante su mandato, además, Estados Unidos mató en Irak al general iraní Qassen Soleimani, el momento más tenso con Irán.
Con Corea del Norte, sin embargo, su política ha sido más incierta. A pesar de fomentar que el frío enfrentamiento entre ambos países se calentara, en 2019 protagonizó con Kim Jong-un un acercamiento histórico en la Zona Desmilitarizada. Es el primer presidente estadounidense en pisar suelo norcoreano.
Actualmente mantiene abierta una guerra comercial con China, con el objetivo de compensar el déficit de Estados Unidos con su gran rival en el tablero internacional. Trump y su equipo argumentan que el país asiático mantiene "prácticas desleales de comercio", y hasta le ha acusado de robo de propiedad intelectual.
Trump durante la pandemia de la COVID-19
Estados Unidos se ha convertido en el país con más casos de coronavirus y más víctimas mortales del mundo. La actuación de Trump durante la pandemia ha sido muy discutida. Por una parte, por tratar al coronavirus como "virus chino" y utilizarlo como arma contra su rival geopolítico, hasta el punto de dejar de financiar la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, por no lograr contener la expansión del virus al tiempo que hacía declaraciones disparatadas, como cuando propuso tratar el coronavirus con una inyección de desinfectante o con luz solar.
El 2 de octubre, Trump anunció que tanto él como Melania tienen COVID-19 y que pasarían la cuarentena "juntos". Les hicieron la prueba PCR tras conocerse el positivo de su cercana consejera Hope Hicks. A Hicks se la vio sin mascarilla en distintos momentos de estos viajes, lo mismo que Trump, que no usa tapabocas en público.
El uso de la mascarilla salió a relucir en el primer debate electoral entre Trump y Joe Biden. El presidente se burló de Biden por presumir de llevar mascarilla para prevenir contagios de coronavirus. "Yo la utilizo cuando considero que es necesario, no como él, que cada vez que le ves lleva mascarilla, puede estar a 600 metros y tener la mascarilla más grande que he visto", dijo.
Polémica tras polémica
Trump ha puesto de moda las declaraciones políticas a través de Twitter, donde lanza mensajes dirigidos a sus rivales nacionales e internacionales y anuncia medidas. A pesar de su populismo, o precisamente por eso, suele contradecirse en sus declaraciones públicas.
También ha sido duramente criticado por hacer declaraciones falsas, incompletas o con jugar con medias verdades. Algunos medios estadounidenses incluso han contabilizado todas sus imprecisiones o mentiras. Sus enfrentamientos con la prensa han sido numerosos. Quizás el más sonado fue el que tuvo en 2019 con un periodista de la CNN.
Pero por encima de todo, ha sido el protagonista de numerosos exabruptos verbales. En 2017, en un homenaje a los indígenas navajos que lucharon en la II Guerra Mundial, Trump llamó "Pocahontas" a una senadora demócrata, que lo calificó de "lamentable".
En 2018, llamó "agujeros de mierda" a El Salvador, Haití y varios países africanos. También dijo que algunas personas que llegan a Estados Unidos son "animales, no personas", y que su Gobierno los está "sacando".
En otro tono, el presidente recibió varias críticas durante la Navidad de 2018. Le preguntó a un niño: "¿Todavía crees en Santa Claus?".