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Venezuela
Rusia lamenta que se apoye un 'cuasi golpe de estado' en Venezuela
Rusia ha defendido la legitimidad de Nicolás Maduro y ha acusado a Estados Unidos de intentar desbancar a su gobierno.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Agintari batzuek Venezuelako 'estatu-kolpea' babestu izana deitoratu du Errusiak
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha lamentado hoy que varios líderes mundiales apoyaran lo que ha llamado el "cuasi golpe de estado" en Venezuela y ha asegurado que "nadie" tiene derecho a derrocar a un dirigente por medios ilegales.
"Hemos sido testigos de cómo, una vez más, en una plaza 'se elige', saltándose la Constitución, a otro jefe de Estado. Por cierto, este cuasi golpe de estado fue apoyado por los líderes de varios países. Muy rápido. Como si estuvieran siguiendo una orden", ha dicho Medvédev en su cuenta de Twitter.
Medvédev ha subrayado que "nadie tiene derecho a derrocar con métodos ilegales a un jefe de Estado que ganó hace poco tiempo las elecciones (independientemente de que esa persona les guste o no a algunos países y a ciertas fuerzas políticas)".
Rusia ha defendido hoy la legitimidad del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y ha acusado a Estados Unidos de intentar desbancar a su gobierno.
Previamente, durante su viaje a Argelia el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha asegurado hoy que el hecho de que EE. UU. y varios países reconocieran al "autoproclamado presidente" (Juan Guaidó) es indicativo de que participaron directamente en el estallido de la crisis en el país latinoamericano.
"Eso es injerencia en los asuntos internos de otro país y, como ustedes saben, ya hubo un intento de apartar a Nicolás Maduro del poder, inclusive, a través del asesinato", ha comentado.
En su opinión, la existencia de dos líderes en un país conducirá "al caos y a la inestabilidad" y ha llamado a "renunciar categóricamente" a cualquier plan de "interferencia militar" en Venezuela.
Lavrov ha llamado a la oposición encabezada por Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, a no convertirse en "peones" de una partida "ajena, muy sucia y criminal", y a la comunidad internacional a crear las condiciones para un diálogo nacional en el que cada una de las partes exprese su opinión y se abstenga de instar a derrocar a las autoridades legítimas.