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Río 2016
Brasil afronta el reto de los JJ. OO. en medio de una marejada
La recesión, su delicada situación política y la amenaza del zika ensombrecen el comienzo de los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Olinpiar Jokoen erronkari krisi betean egingo dio aurre Brasilek
Cuando, en 2009, Río fue proclamada sede de los 41 Juegos Olímpicos, Brasil estaba de moda. La renta per cápita del país creció un 19%, y la de Río lo hizo un 30%. Las previsiones auguraban que el Mundial de Fútbol de 2014 y sobre todo, las Olimpiadas, acabarían por poner al país sudamericano en la senda definitiva del crecimiento.
Sin embargo, todo se torció. Una galopante crisis económica, una presidenta electa suspendida y la amenaza del zika esombrecen, siete años después, la mayor cita deportiva del mundo.
Los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica arrancan este viernes en un momento en que Brasil cuenta con dos presidentes, el interino Michel Temer y la suspendida Dilma Rousseff, y en que enfrenta la peor recesión en muchas décadas, después de que su economía se encogiera un 3,8% en 2015.
Rousseff, al borde de la destitución
Y ni la concentración del país en la cita mundial ha impedido que la crisis política diera un nuevo paso este jueves con una decisión que dejó a Rousseff al borde de su definitiva destitución.
La comisión del Senado encargada del juicio preliminar contra la presidenta suspendida aprobó ayer, por 14 votos a favor y 5 contra, un informe que acusa a Rousseff de haber "atentado contra la Constitución" por su responsabilidad en diversas irregularidades en la gestión de los presupuestos.
El mismo informe será sometido ahora al pleno del Senado en dos votaciones, la primera prevista para el próximo martes y la segunda para finales de agosto.
Rousseff, la víspera de confirmarse su impeachment. EFE
En la segunda y definitiva votación, Rousseff sería despojada del cargo en caso de que así lo decida una mayoría calificada de 54 votos, que representan dos tercios de la Cámara Alta.
En ese caso Temer, que asumió interinamente el 12 de mayo y a quien la mandataria acusa de haber orquestado "un golpe", será confirmado en el cargo y completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
Una ceremonia inaugural mermada
Ni Rousseff ni Lula da Silva estarán en la ceremonia inaugural y los grupos que aún la apoyan han prometido abuchear a Temer en el Maracaná. La crisis política también ha provocado el menguado número de jefes de Estado y de Gobierno esperado para la inauguración de los Olímpicos. Hasta ahora sólo 45 gobernantes han confirmado presencia en la ceremonia ?frente al centenar que la siguió en Londres 2012 y Pekín 2008.
Los brasileños tampoco están entusiasmados con el evento. Algunos muestran su rechazo a los Juegos y argumentan que Río de Janeiro, golpeada fuertemente por la crisis económica, vive una "calamidad olímpica" por causa de su empeño en "obras absurdas" para los Juegos, un "caos" en la educación y salud pública y la "especulación inmobiliaria" desatada por el evento deportivo, que ha perjudicado "a los más pobres".
Aficionados brasileños portan una pancarta en la que se puede leer "Paz". EFE
La recesión en la que está sumido el país también ha proseguido ajena a los Olímpicos pese a que la organización de los Juegos ha ayudado a Río a atenuar la crisis del país.
Las inversiones que Río atrajo por sus Olímpicos, sin embargo, no impidieron que el gobierno regional tuviera que declarar "calamidad pública" en sus finanzas hace dos meses y solicitara ayuda para pagar los salarios, incluso de los policías que garantizarán la seguridad durante los Juegos.
Y por si fuera poco? el zika
Otro de los aspectos que han suscitado debate sobre la sede olímpica fueron los riesgos para la salud que se advierten para competidores y espectadores. La región lleva meses vigilada por el surgimiento del brote de virus zika que transmite un mosquito endógeno brasileño y numerosos fueron los deportistas que optaron por no presentarse a la cita por temor a ser infectados, entre ellos los tenistas Milos Raonic, Simona Halep, los hermanos Bryan o el número uno de golf Jason Day.
La incertidumbre causada por la enfermedad, aunque parece haberse controlado en las últimas fechas a base de recomendaciones, impide la existencia de una certeza plena de que las estancias sean idílicas. Ante esto, los asistentes fueron informados de los riesgos a través de una guía elaborada entre el COI y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y deberán dotarse de potentes insecticidas y cremas, además de alejarse lo máximo posible de las zonas de acumulación de gran cantidad de insectos.
Una trabajadora de los juegos, llevando una camiseta con un slogan anti-zika. EFE