45.000 refugiados sirios aguardan a la apertura de la frontera turca

Decenas de miles de civiles sirios siguen esperando la llegada de ayuda humanitaria y la posibilidad de cruzar la frontera con Turquía, después de haber huido de los bombardeos y combates en  Alepo.

"Ayer eran 35.000, hoy llegamos a 45.000 y el flujo continúa: no paran de llegar familias de Alepo, tanto árabes como turcomanas y kurdas", ha dicho por teléfono Emrullah Öztürk, portavoz de la organización humanitaria turca musulmana IHH, que atiende a los refugiados.

La organización ha empezado a levantar dos campamentos temporales a pocos centenares de metros de la frontera turca, en territorio sirio, adonde los empleados y voluntarios de IHH pueden acceder.

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahmán, ha manifestado que la situación de los desplazados es "muy difícil" en estos momentos porque los refugios y los suministros no son suficientes para todos ellos.

Abderrahmán ha informado de que han empezado a llegar desde Turquía tiendas de campaña y ayuda humanitaria, pero esta no es suficiente para todos los desplazados.

Por su parte, el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek, ha declarado que la organización todavía no ha podido acceder a la zona ni entregar ayuda humanitaria debido a los combates y a la muy complicada situación de seguridad.

El ejército sirio, con el apoyo de la aviación rusa, inició el pasado día 1 una ofensiva en el norte de Alepo, en la que ha arrebatado al Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y a sus aliados el control de varias localidades.

Viaje de Merkel

En este contexto, la canciller alemana, Angela Merkel, viaja hoy a Ankara a impulsar la puesta en marcha del Plan de Acción UE-Turquía frente a la crisis de los refugiados.

"Ahora se trata de implementar el acuerdo UE-Turquía para ayudar a mejorar las condiciones de vida de los refugiados en Turquía", indicó Merkel el viernes.

Por este compromiso, firmado a finales del año pasado, la UE se compromete a ayudar con 3.000 millones de euros a la asistencia de los 2,5 millones de refugiados sirios que acoge en la actualidad Turquía, y a estudiar la eliminación de los visados para los ciudadanos turcos.

Ankara, por su parte, elevará el control en su frontera marítima con Grecia, una de las principales rutas de los peticionarios de asilo en Europa, y facilitará la educación de los menores refugiados y la inserción laboral de los adultos.