Internacional -
Devaluación del yuan
¿China, guerra de divisas o estímulo de una economía que decae?
La brusca devaluación del yuan ha asustado a los inversores de todo el mundo. China ve peligrar el puesto central que desea ocupar en la economía global por el frenazo del crecimiento.
EFE
La brusca devaluación de su moneda ejecutada esta semana por el banco central chino ha asustado a los inversores de todo el mundo, sin que esté aún claro si se trata del inicio de una guerra de divisas o de una maniobra para abaratar sus exportaciones e impulsar una economía que empieza a flojear.
China ve peligrar el puesto central que desea ocupar en la economía global por el frenazo del crecimiento, que en los últimos años ha llegado a ser de más de dos dígitos.
El Banco Popular de China devaluó el jueves, por tercera jornada consecutiva, el tipo de cambio de referencia de la moneda china y lo estableció en 6,401 yuanes por dólar, un 1,11% menos que el miércoles; con ello, el organismo fija la paridad central del yuan en función de su evolución en el mercado de divisas.
Mayor protagonismo internacional
Desde hace tiempo, China pretende que se incluya el yuan en el Special Drawing Rights (SDR) del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otras cosas como una medida para aumentar el peso específico del país en la economía global, señala John J. Hardy, jefe de estrategia de divisas de Saxo Bank.
Y es que el FMI tiene previsto revisar a finales de año la cesta de divisas que componen el SDR, en la que hasta ahora se ha resistido a incluir el yuan alegando que fluctúa poco, algo que la repentina devaluación puede corregir.
Como explican en XTB, China busca situar su divisa como una de las principales monedas de cambio a nivel mundial, y de ese modo obtener un mayor protagonismo en el plano internacional.
Atraer capital extranjero
Pero, además, con este movimiento Pekín abre sus mercados de capitales y espera atraer capital extranjero, al tiempo que corrige una moneda excesivamente fuerte y favorece sus exportaciones cuando se ha hecho evidente que la economía no va tan bien como indican las cifras oficiales y el crecimiento se ha ralentizado.
El FMI ha indicado que ve la devaluación del yuan como "un buen paso" hacia la apertura y flexibilización del mercado de divisas, aunque su impacto sólo se verá a posteriori.