Internacional -
Reunión líderes mundiales
Baviera acogerá la cumbre del G7 entre estrictas medidas de seguridad
El sur de Alemania se blinda para recibir a los líderes del G7 quienes abordarán durante los próximos dos días los principales asuntos de la agenda económica y política internacional.
AGENCIAS | REDACCIÓN
El palacio de Elmau, en los Alpes bávaros (sur de Alemania), se prepara entre protestas y estrictas medidas de seguridad para acoger a los líderes del G7, que abordarán entre mañana y el lunes, durante apenas 24 horas, los principales asuntos de la agenda económica y política internacional.
En torno a 3.600 manifestantes, según la policía, recorrieron hoy las calles de Garmisch-Patenkirchen, la localidad más cercana al hotel de cinco estrellas donde se celebrará la cumbre y que desde hace días se encuentra tomada por miles de agentes, que mantienen a kilómetros de distancia tanto a los activistas como a los curiosos.
La marcha del colectivo StopG7, con lemas en contra del tratado de libre comercio con EEUU y a favor de un acuerdo climático, discurrió de manera pacífica hasta que varios manifestantes se enfrentaron a la Policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Controles fronterizos y cierre del espacio aéreo
Más de 22.000 agentes han sido desplegados para garantizar la seguridad de la cumbre en Alemania, que ha restablecido los controles fronterizos temporalmente y pretende cerrar parcialmente su espacio aéreo.
La canciller alemana, Angela Merkel, actúa por segunda ocasión -tras 2007- de anfitriona de la cumbre de las principales potencias industrializadas -EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá-, a las que se suman los máximos responsables de las instituciones europeas y este año también varios dirigentes de países africanos.
"Ninguna videoconferencia puede sustituir las intensas conversaciones de una cumbre", ha subrayado Merkel en varias de las entrevistas que ha concedido a los medios alemanes antes de la reunión para defenderse de aquellos que critican los elevados costes del encuentro, con un presupuesto de 130 millones de euros.
Los primeros ministros de Japón, Shinzo Abe, y Canadá, Stephen Harper, llegaron esta tarde a Baviera y está previsto que mañana por la mañana el primero en aterrizar en Múnich sea el presidente estadounidense, Barack Obama, quien antes del inicio de la cumbre acudirá con Merkel a un acto con ciudadanos en el pueblo vecino de Krün, de 2.000 habitantes.
Grecia, protagonista de la primera jornada
La primera jornada estará centrada en la situación económica internacional y previsiblemente todas las miradas volverán a centrarse en la crisis de Grecia, a pesar de los intentos de Berlín de que la cuestión no ensombrezca el resto de asuntos en la agenda.
Entre ellos, el análisis de los tratados de libre comercio que se negocian a nivel bilateral y regional y la creación de un fondo que fomente el respeto de estándares sociales y laborales en las cadenas internacionales de proveedores, para evitar tragedias como la registrada hace ya dos años en Bangladesh al derrumbarse un edificio que albergaba talleres textiles.
Por segundo año consecutivo, el presidente ruso, Vladímir Putin, estará ausente de la cumbre, aunque su nombre no podrá ser obviado y ha acaparado numerosos titulares.
La guerra en Siria será otro de los puntos de debate, con la intención de la administración estadounidense de "revisar" la campaña de bombardeos aéreos contra el Estado Islámico ante los avances de este grupo terrorista.
El lunes, con una agenda centrada en la próxima cumbre del clima de París, las políticas de desarrollo y la lucha contra el terrorismo islamista, se sumarán a los líderes del G7 los jefes de Estado y de Gobierno de Irak, Túnez, Nigeria, Etiopía, Liberia y Senegal.